Los restos mortales de Isabel II salieron este domingo del castillo escocés de Balmoral, donde falleció el jueves a los 96 años, rumbo a Edimburgo, el inicio de un periplo que permitirá a los británicos despedirse de su reina.
El negro coche fúnebre atravesó pasadas las 10H00 (09H00 GMT) el portal del castillo, con el féretro de roble cubierto con el estandarte real escocés y una corona de flores blancas en su interior, para un viaje de seis horas hasta la capital de Escocia.
"Su majestad nos dio su vida y su tiempo de manera desinteresada. Rendirle homenaje de una manera tradicional era una forma de agradecerle todo lo que hizo", explicó en Balmoral Mark Lindley-Highfield, de 47 años, vestido con un frac negro y sombrero de copa.
Miles de personas contemplaban el paso del cortejo fúnebre a través de la verde campiña escocesa. En Ballater, la primera localidad atravesada y donde la reina era muy conocida, la gente estaba apostada en la calle principal y algunos lanzaron flores.