Columnas
*La realidad se impone, los mercados se enfocan más en los fundamentales del mercado que en los conflictos geopolíticos
El planeta y el mercado petrolero en general está lleno de petróleo, lleno de crudo; por tal motivo, es posible que el barril de petróleo baje más antes de subir, o incluso quién sabe si vaya a subir en un horizonte de mediano plazo.
De septiembre a la fecha el precio del barril ha retrocedido un promedio de 20 por ciento a pesar de la guerra entre Israel y Hamás, este conflicto tuvo un impacto inicial en los precios del crudo, pero que se ha ido diluyendo con el paso del tiempo.
Los temores a que la situación geopolítica desate una nueva oleada de alzas en los precios de la energía han quedado atrás, ahora el sentimiento del mercado vuelve a una realidad que en los hechos ahí ha estado siempre: sobra mucho petróleo en el mundo, algo que lleva a los expertos a ubicar el precio del barril más cerca de los 50 dólares, y ven lejano el objetivo de los 100 dólares.
Y el desempeño de los precios en las últimas semanas parece darles la razón. El barril de petróleo ha pasado de 96.5 dólares que alcanzó el pasado 27 de septiembre, un máximo del año, a niveles de 77 dólares.
Para muchos expertos, el crudo está ya muy cerca de caer nuevamente en una tendencia bajista, se considera así cuando la caída desde máximos supera el 20 por ciento; muchos analistas esperan que la caída del petróleo continuará, a pesar de que la sobreoferta es evidente. La tendencia solamente se modificará si la producción de petróleo sufre un nuevo recorte, por alguna causa.
Así, un amplio porcentaje del mercado considera que si nada cambia la caída del petróleo llevará los precios hasta los 50 dólares.
Para quienes siguen el mercado es evidente: sobra petróleo por todos lados. En este sentido, el mercado lo ha empezado a asimilar a pesar del conflicto bélico. La realidad es que por donde se observe, sobra mucho petróleo. Si se analiza solamente la situación de oferta y de demanda, al margen de la OPEP+ y de la guerra, el precio del petróleo debería estar cotizando en 50 dólares.
En este sentido el sentimiento de los mercados juega un papel determinante para la evolución de los precios del recurso energético.
En momentos de alta incertidumbre geopolítica por la guerra entre Israel y Hamás, y la que sigue vigente entre Rusia y Ucrania, los mercados están extremadamente nerviosos.
Lo que sucede es que hasta la fecha el conflicto no ha deteriorado la cantidad de petróleo y gas disponible en el mercado, algo que quedó claro en los primeros meses de la guerra de Ucrania, cuando el segundo país exportó recursos energéticos en niveles nunca vistos en su historia.
En el conflicto Isael-Hamas, el peligro potencial es que este escale y termine deteriorando la oferta de petróleo, sobre todo si llega a inmiscuirse Irán, y también si Estados Unidos y Europa aplican nuevas sanciones al país árabe, uno de los mayores productores de petróleo en el mundo.
Sin embargo, los mercados en están dejando atrás el temor a que se produzca un evento como los anteriormente señalados, que genere un deterioro en la oferta de petróleo, por lo tanto vuelven a centrarse en los fundamentales del mercado energético.
Las señales que se mandan son claras, el precio del petróleo ha caído por debajo de 80 dólares en los últimos días y los mercados parecen cambiar su sentimiento de temor por la situación geopolítica hacia uno basado en los fundamentales puros y duros.
Los primeros temores tras el comienzo de la guerra entre Israel y Hamás, se han disipado, o cuando menos han bajado a niveles que impactan muy poco en los mercados.
Este sentimiento es fundamental para que se mantenga la presión bajista en los precios del mercado pero no se puede descartar que se modifique la situación en cualquier momento.
En este sentido, la balanza entre la producción y el consumo mundial de petróleo es el dato fundamental que vigilan los analistas para hacer sus previsiones de precios hacia el futuro; lo que llaman la realidad "pura y dura" es evidente: sobre mucho petróleo en el mundo.
Incluso, en las últimas semanas los acuerdos para ampliar los recortes no están siendo eficaces para mantener al barril en los precios de septiembre y octubre, el petróleo sigue cayendo a pesar de los acuerdos que han prolongado las grandes potencias petroleras. Lo anterior es también una señal de que el mercado está inundado de petróleo.