En 5 puntos: Petróleo, Nahle, SAT, Banxico y EU

1. El fin de una época. Después de que el pasado lunes se observó como, en un hecho histórico y sin precedentes, la cotización del barril del petróleo terminó tanto para el WTI como para la mezcla mexicana en terreno negativo, es evidente que la época del petróleo como un factótum de la economía y el desarrollo industrial, ya terminó. Sí, el mundo seguirá utilizando el hidrocarburo pero la necesidad de acceder a energéticos menos contaminantes, aunada al avance esperando en la producción de vehículos impulsados por motores eléctricos y la manifiesta debilidad del mercado petrolero a choques desde el lado de la demanda, permiten suponer con un grado alto de certeza que 2020 marca el inicio de su proceso de marginalización. Que alguien le avise al Gobierno federal.

2. Nahle y aplausos. Resulta ocioso, y hasta cansado, repasar el papel de la titular de la Sener, Rocío Nahle, en las últimas semanas (con todo y la cursilería de los aplausos que presumió y que no eran ni para ella ni para el país, sino todo lo contrario) o poner el dedo en la yaga sobre cómo su actitud en la reunión de la OPEP Plus boicoteó el anuncio del recorte e influyó en el colapso de precios que se ha observado esta semana. El daño ya está hecho y, como se pudo observar por las reacciones en medios internacionales por parte de actores y analistas del resto de los países productores de petróleo, Rocío Nahle es persona “non grata” para la mayor parte de la comunidad internacional de productores de petróleo. ¿Es funcional como titular de la Sener en esas condiciones?

3. La prórroga que no era. Se agradece que el SAT haya flexibilizado su postura y haya otorgado una prórroga para el pago de obligaciones fiscales en el caso de las personas físicas ¡pero lo importante era hacerlo con las morales! La idea de la prórroga era darle liquidez a las PYMES, y así evitar despidos, mientras esté vigente el aislamiento social voluntario.

4. ¡Bien Banxico! Mientras el Gobierno federal insiste en anunciar medidas que, en muchos de los casos, resultan poco claras y ajenas a la crisis ocasionada por el Covid-19 y el paro forzado a la actividad económica, Banxico se viste de pipa y guante, demuestra la fortaleza de contar con servidores públicos profesionales y especializados y, además de anunciar la reducción de su tasa de referencia a 6%, estableció 10 puntos para flexibilizar el otorgamiento a crédito a PYMES que pueden significar algo así como 750 mil millones de pesos que equivalen al 3% del PIB. Para ponerlo en contexto, el apoyo para la crisis anunciado por el Gobierno federal era del 0.4% del PIB, mientras que el de Perú era del 7% y el de Chile del 5%. ¿Ya vieron para qué sirve la autonomía de las instituciones?

5.- Una lucecita de esperanza. En un escenario de malo a malísimo, como en el que estamos metidos, cualquier buena noticia es importante. Además del buen trabajo del Banco de México, la buena noticia la encontramos en Estados Unidos donde, después de cinco meses de comportamiento negativo, el índice de actividad industrial de aquel país tuvo un ligero repunte en febrero.