AFP
Una cincuentena de camellos, dromedarios, llamas y alpacas pasearon el sábado por el bosque de Vincennes, en un desfile destinado a promover su "contribución esencial" a la humanidad pero cuyo recorrido inicial, desde las orillas del Sena hasta la sede de la UNESCO, había sido prohibido por la prefectura.
Procedentes de Canadá, Estados Unidos, Qatar, Perú....los camélidos, adornados con los colores de las 34 delegaciones participantes, atraen a la multitud al inicio del desfile, en la explanada del castillo de Vincennes (Val-de - Marga).
Alban, criador de 84 ejemplares en el norte de Francia que no quiere dar su nombre, está encantado con el espectáculo ofrecido. “Una buena imagen”, dice sujetando con firmeza las riendas de su dromedario Melchor, uno de los 22 animales que hicieron el viaje.
“Es una primicia mundial”, afirma entusiasmada Jocelyn Hémery, bretona de 31 años, que quiere establecerse como camellera.
El presidente de la Federación para el desarrollo de los camélidos en Francia y Europa (FFDCFE), Christian Schoettl, al origen de la iniciativa, lamenta sin embargo haber tenido que ceder el paso frente a la Torre Eiffel.
“En términos de logística, no organizamos un picnic”, afirma este alcalde de Janvry (Essonne).
El año 2024, designado como el año de los camélidos por la ONU y la UNESCO, la FFDCFE tenía la intención de trasladar sus jorobas a los camélidos desde las orillas del Sena hasta la sede de la UNESCO, en el muy elegante distrito 7 de la capital.
La jefatura de policía finalmente lo vetó, citando, entre otras cosas, una zona "afectada por las infraestructuras" con vistas a los Juegos Olímpicos y el impacto en el tráfico.
Entre las delegaciones "que cruzaron el planeta (...) algunas viven muy mal este rechazo extramuros", asegura Christian Schoettl.
Su objetivo: apoyar "la causa del camello en la capital francesa de los derechos humanos" y promover "la contribución esencial" de estos "héroes de los desiertos y de las tierras altas" que mantienen a "millones de hogares que viven en ambientes hostiles en más de 90 países.
El anuncio del evento, sin embargo, causó revuelo en la asociación de derechos de los animales Paris Animaux Zoopolis, que denunció el uso de animales como "objetos de entretenimiento" y "recursos alimentarios vulgares".
Christian Schoettl ya se había dado a conocer desfilando con camélidos en París en 2014 durante una manifestación contra la reforma de los horarios escolares. Desde 2019, su municipio acoge dos ferias internacionales de camélidos en Francia.
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