La agrupación Boy Scouts en Estados Unidos se declaró en bancarrota oficialmente, en un momento en que enfrenta una compleja situación financiera a causa de los abusos sexuales que vivieron miles de sus integrantes durante su infancia, y que hoy han interpuesto 300 denuncias.
Hasta el momento se calcula que hubo al menos 12 mil víctimas de abuso por parte de 7 mil 819 maestros y asistentes, declaró la doctora Janet Warren, quien fue contratada por la organización para evaluar el clima de los abusos dentro de la organización entre 1940 y 2016.
Los Scouts han declarado que hacen lo posible por pagar una indemnización, a quienes los han denunciado de forma justa a través del Fondo de Compensación de Víctimas.
En la página oficial de los Scouts, el presidente nacional, Jim Turley, redactó una carta, en ella pide perdón por fallarles a los niños que debieron proteger, aseguró que se toman nuevas medidas para ayudar a quienes son parte ahora de sus dinámicas y campamentos.
En el documento agregó que invita a quienes fueron víctimas a denunciar estos hechos y hacer las demandas correspondientes para que sean juzgados los culpables.
Redacción ContraRéplica
Imagen Reuters