AFP
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo el sábado que había solicitado reunirse con Bashar al-Assad de Siria al margen de las conversaciones de la ONU en Nueva York la próxima semana para normalizar las relaciones.
Turquía y Siria rompieron relaciones diplomáticas en 2011 tras el estallido de la guerra siria, pero Erdogan, que entonces apoyaba los esfuerzos de los rebeldes para derrocar al todopoderoso presidente Assad, ha buscado un acercamiento con Damasco en los últimos meses.
"Ahora estamos esperando la respuesta de la otra parte", dijo Erdogan a los periodistas antes de volar a la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde tiene previsto hablar el lunes.
El conflicto en Gaza ha exacerbado los temores de Turquía de que los combates puedan extenderse a toda la región.
Erdogan dijo que "Gaza estará en el centro" de sus conversaciones en Nueva York, y prometió que "Turquía quiere desempeñar un papel para poner fin a las atrocidades cometidas en Gaza".
Los ataques aéreos israelíes contra el Líbano se produjeron tras los sabotajes a buscapersonas y radios bidireccionales utilizados por el Hezbolá libanés, apoyado por Irán, a principios de esta semana, en los que murieron 39 personas. El Hezbolá culpó a Israel, que no ha hecho comentarios.
"Los recientes ataques liderados por Israel contra el Líbano han justificado las preocupaciones de Turquía sobre los riesgos de un conflicto prolongado", dijo Erdogan, añadiendo que Turquía haría lo que pudiera "contra la tormenta de muertes que el sionismo global está desatando en Oriente Medio".
Erdogan también pidió a las naciones occidentales y a la comunidad internacional "dejar de observar los asesinatos cometidos por Israel y tomar medidas disuasorias", sin especificar más.
Las fuerzas turcas y las facciones rebeldes respaldadas por Turquía controlan franjas del norte de Siria y Turquía ha acogido a 3,2 millones de refugiados del país devastado por la guerra, según datos de la ONU.
El conflicto sirio, que comenzó tras la represión de las protestas antigubernamentales en 2011, ha matado a más de 500.000 personas y ha desplazado a millones.
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