El mundo del espectáculo en México despide a Yolanda Ivonne Montes Farrington, mejor conocida como Tongolele, una de las figuras más icónicas del cine de ficheras y de la vida nocturna mexicana. Reconocida por su inconfundible mechón blanco y su talento como bailarina exótica, Tongolele se convirtió en un símbolo de sensualidad y elegancia durante la Época de Oro del cine mexicano.
Nacida el 3 de enero de 1932 en Spokane, Washington, tenía raíces mexicanas por parte de su padre, Elmer Sven Montes, y estadounidenses por su madre, Edna Pearl Farrington. Desde temprana edad mostró interés por la danza, lo que la llevó a formar parte del Ballet Internacional de San Francisco y a participar en espectáculos con una revista tahitiana.
En 1947, a los 15 años, emigró a México, donde debutó en el famoso cabaret Tívoli bajo el nombre artístico de Tongolele, gracias al empresario Américo Mancini. Su estilo exótico y presencia escénica la convirtieron en una de las vedettes más aclamadas de los centros nocturnos de la Ciudad de México, siendo pionera del movimiento de las "Exóticas" que revolucionó la vida nocturna en las décadas de los cuarenta y cincuenta.
El éxito en los escenarios la llevó al cine en 1948 con películas como La mujer del otro, Nocturno de amor y Han matado a Tongolele. A pesar de que muchos de sus papeles se centraban en números de baile, logró consolidarse en la industria cinematográfica participando en filmes como El rey del barrio (1949), Mátenme porque me muero (1951) y Música de siempre (1956).
Durante las décadas de los 60 y 70, con el auge del cine de terror y el boom de las vedettes, reapareció en producciones como Las mujeres panteras y Snake People (1971), donde interpretó a Kalea, una bailarina que utilizaba serpientes en su espectáculo. Además, en los años 80 incursionó en la televisión con una participación especial en La pasión de Isabela (1984) y en la telenovela Salomé (2001-2002).
En 2012 hizo su última aparición en el cine con El fantástico mundo de Juan Orol y entre 2011 y 2013 regresó al teatro con la obra musical Perfume de Gardenia.
En 1956, Tongolele se casó con el cubano Joaquín González, con quien tuvo dos hijos gemelos, Ricardo y Rubén González Montes. La muerte de su esposo en 1996 marcó un antes y un después en su vida.
Desde 2010, comenzó a presentar síntomas de demencia senil, y en 2016 su familia confirmó que padecía Alzheimer, lo que la llevó a retirarse de la vida pública en 2015. A pesar de su enfermedad, utilizó la danza tahitiana como terapia en su residencia en Puebla.
El fallecimiento de Tongolele deja un vacío en el entretenimiento mexicano, pero su legado como una de las vedettes más icónicas de México perdura en la memoria colectiva, recordándola como un ícono de la danza exótica, el cine de ficheras y la cultura popular.