AFP
Carrefour convoca este miércoles a sus accionistas en una junta general que se promete animada, con litigios judiciales sobre sus franquiciados, vigilancia del mercado y presiones competitivas, todo ello un año antes del fin del mandato del director general Alexandre Bompard.
A diferencia de las dos ediciones anteriores, esta junta anual de accionistas se celebrará en la sede del grupo en Massy, en la región parisina, y no en los muelles de Aubervilliers.
Y esta asamblea general podría ser tan agitada como la del año pasado, cuando los sindicalistas de la CGT interrumpieron el discurso de Alexandre Bompard con consignas, canciones e insultos.
En un mensaje interno visto por AFP, Carrefour había informado a mediados de mayo a los empleados de su sede social que el sitio estaría "excepcionalmente cerrado" el miércoles.
"Es una manera de confinar a los empleados", protestó la CGT Carrefour en un comunicado este lunes, para quien la decisión del grupo se explica por la "determinación" del sindicato, que prevé movilizarse frente a la sede.
"No hay necesidad de polémica, es una práctica que existe en otras empresas del CAC 40", subraya Carrefour. "En principio, la junta general se celebra en la sede central; esto es simplemente un retorno a lo que es el principio", añade.
Convocatorias
La CGT no es el único sindicato que se posiciona firmemente contra Carrefour. El gigante de la distribución sigue siendo duramente criticado, en particular por la CFDT, por recurrir cada vez más a la explotación de tiendas franquiciadas y arrendadas, una variante en la que el distribuidor sigue siendo el propietario del negocio.
El sindicato ha llevado al grupo de distribución a los tribunales alegando que se trata de un plan social encubierto que afecta a más de 27.000 empleados desde 2018.
La protesta de la CFDT se suma a la de algunos franquiciados, reunidos bajo la égida de la Asociación de Franquiciados de Carrefour (AFC), que afirma tener 260 tiendas. Apoyado por el Ministerio de Economía, también llevó a Carrefour a los tribunales.
Carrefour se defiende explicando que esto le permite mantener o desarrollar su cuota de mercado -es el número 2 en Francia, detrás de E.Leclerc- sin asumir ciertos costes, empezando por los salarios y los alquileres.
Carrefour, único grupo que cotiza en bolsa entre sus principales competidores, se enfrenta a una fuerte presión competitiva en un sector en el que la guerra de precios está en pleno auge.
Esto se refleja en su valor bursátil, en torno a los 10.000 millones de euros, lo que convierte al grupo en un posible objetivo.
The Letter reveló el viernes que el gigante holandés Ahold Delhaize había iniciado conversaciones a fines de 2024 para adquirir Carrefour, antes de tirar la toalla en enero.
En este contexto, y con la junta general a la vuelta de la esquina, un pequeño fondo francés que se reivindica como activista, Whitelight Capital, denuncia las decisiones estratégicas de Alexandre Bompard, estableciendo un paralelismo entre la remuneración del director general y la caída del valor de las acciones desde su llegada al frente del grupo.
La remuneración de los directores ejecutivos, que ha sido objeto de controversia en los últimos años y que vuelve a estar en la agenda el miércoles, será menor que la del año pasado.
Si los accionistas de Carrefour le dan luz verde, el consejero delegado recibirá 3,4 millones de euros para 2024, un millón menos que el año anterior. A ello se añadirán posteriormente, bajo criterios de rendimiento, acciones valoradas en un máximo de 5,6 millones de euros.
La remuneración de Alexandre Bompard para 2025 incluye la misma parte fija que el año pasado (1,6 millones de euros) y una parte variable fijada en 3,04 millones de euros.
¿De nuevo candidato?
Habiendo llegado al frente de la empresa en 2017, el CEO también podría ser interrogado este miércoles sobre su intención o no de presentarse a un nuevo mandato, mientras que el actual se extiende hasta 2026 tras haber sido prorrogado en 2023 para alinearse con el calendario del plan estratégico del distribuidor.
El último tema que podría surgir en la reunión del miércoles es la presencia de Carrefour a través de una franquicia en Israel, en el contexto de la guerra con Hamás y la crisis humanitaria que ha desencadenado en la Franja de Gaza.
El director general de Carrefour había asegurado en 2024 que su grupo no tenía "ninguna tienda en territorios ocupados bajo la marca Carrefour".
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