Ante los daños provocados por las intensas lluvias en la capital del país, el Gobierno de la Ciudad de México, encabezado por Clara Brugada, activó el programa emergente “Apoyo por Lluvias”, que consiste en apoyos económicos dirigidos a familias que han visto afectado su patrimonio debido a inundaciones o encharcamientos severos en sus viviendas.
La medida tiene como objetivo principal ayudar a quienes han perdido bienes esenciales como refrigeradores, estufas o muebles básicos a raíz del ingreso de agua en sus hogares. El programa, vigente exclusivamente para residentes de la CDMX, contempla una evaluación previa por parte de especialistas que determinan el nivel de daño sufrido en los inmuebles.
De acuerdo con la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC), los montos se asignan con base en un esquema de “semáforo de afectaciones”, el cual considera la altura que alcanzó el agua dentro de las viviendas:
Verde (0 a 15 cm): 5 mil pesos
Naranja (16 a 45 cm): 10 mil pesos
Rojo (46 cm o más): 25 mil pesos
Una vez realizada la inspección técnica del inmueble, se determina el monto correspondiente según el nivel de afectación. Para acceder al apoyo, las y los afectados deben comunicarse con las autoridades para solicitar una evaluación emergente.
En días recientes, la Secretaría de Vivienda entregó apoyos económicos a residentes de Iztapalapa que resultaron damnificados por las lluvias del pasado 2 de junio. En total, 126 inmuebles con daños estructurales, como desprendimiento de pisos y paredes, recibieron ayuda directa del gobierno capitalino.
Como parte de la estrategia de atención, se habilitó un módulo en la Utopía Meyehualco en un horario de 10:00 a 18:00 horas, donde personal brinda orientación tanto a propietarios de viviendas como a ciudadanos con vehículos dañados, especialmente aquellos que enfrentan dificultades para acceder a compensaciones de seguros.
La jefa de Gobierno reiteró que esta política de atención busca no solo brindar ayuda inmediata, sino también visibilizar la vulnerabilidad de ciertas zonas urbanas ante fenómenos climáticos extremos y la necesidad de respuestas rápidas y solidarias.