Hotel Gillow a más de 100 años

Por Óscar Antonio Roa

Con la entrada en vigor de la “Ley de nacionalización de bienes eclesiásticos y de separación de bienes de la Iglesia y el Estado” promulgada por Benito Juárez, surgió uno de los hoteles más antiguos de la Ciudad de México, el Hotel Gillow.

Para deshacerse de una gran cantidad de bienes bajo su poder, la Iglesia católica mexicana tuvo que vender una gran cantidad de ellos, algunos pertenecientes a la Compañía de Jesús, tal es el caso del edificio ubicado en la esquina de la calle 5 de mayo e Isabel la Católica, este fungía como un recinto donde los jesuitas realizaban sus distintas labores espirituales, por ello se encuentra a lado de la iglesia de la Profesa.

El inmueble construido durante el siglo XVII, pasó a manos de un joyero británico llamado Thomas Gillow, quién años más tarde lo acondicionó para convertirse en un hotel emblemático del momento. Posteriormente, cuando el recinto pasó a manos de Tirso Sáenz, Porfirio Díaz lo reinauguró en 1904. Debido a la serie de modificaciones que sufrió el edificio, tales como, un aumento de tres pisos, rediseño de estilo Art Decó, entre otras; este espacio se convirtió en uno de los lugares más exclusivos de la década de los 30’s.

El hotel ha recibido durante más de cien años la llegada de visitantes del interior y exterior de la ciudad; además, se cuenta que el mismo Carlos Monsiváis pagaba una habitación cada 15 de septiembre para fotografiar a las personas. Actualmente, sigue abierto al público.

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