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La artista puertorriqueña La MiO, inicia los festejos de la época más bonita y alegre del año, la Navidad, con su nuevo sencillo “Tomá Bailá”.
Es un tema electrizante, que rinde tributo a las raíces jíbaras de la isla y está inmersa en la sangre de los puertorriqueños.
Más allá de un aguinaldo navideño, regala una canción apta para celebrar la vida, ya sea en el carro, la playa, las fiestas familiares o en cualquier jolgorio popular.
El tema fusiona ´la plena´ un género musical boricua caracterizado por la percusión y alegres patrones rítmicos, con la música House y el Dembow, acompañado de acordes del instrumento musical ´cuatro´ de Puerto Rico.
Esta melodía es la encargada de darle vida al coro campesino de antaño La Malanga, canto popular que se entona mucho durante las fiestas decembrinas en Puerto Rico.
Para “Tomá Bailá”, La MiO unió fuerzas con Carlos Enrique Bejarano Rivera, quien participó en la composición y producción del tema, junto a Andrés Rigau en la coproducción.
“El Coro de la Malanga es una canción muy alegre y en mi familia es muy tradicional cantar siempre el tema. Es divertido cuando se canta esa canción en las parrandas navideñas”, dijo La MiO.
“Tengo dos años con la idea de que tengo que modernizar El Coro de la Malanga para que le llegue a otros oídos”, agregó.
El coro de La Malanga que dice “ajá, ahí, y cógelo que va asustao”, es un cántico muy popular en Puerto Rico, de autoría desconocida, pero que ha sido adaptado por la población campesina de la isla.
Esta grabación que data del 2010 de la trovadora boricua Victoria Sanabria ayudó a la popularización del tema.
En esta especie de conjuro musical, se hace referencia a un ingrediente bandera en la cocina puertorriqueña.
Se trata de un tubérculo que se utiliza en numerosas recetas del Caribe, pero recibe un nombre diferente en cada región.
Y por supuesto no falta en las recetas navideñas como pasteles y los buñuelos de malanga. Se hace majado, en sopa y frituras.
La versatilidad de ese tubérculo se traslada a la música y las tradiciones orales, siendo el coro inspirado en esta raíz.
Es el ejemplo perfecto de cómo los puertorriqueños, con su sabrosura innata, son capaces de transformar hasta el más común de los vegetales, o una frase popular, en una contagiosa melodía.