La educación del mañana

¿Cómo será la educación del 2030?, este cuestionamiento que busca responder o encontrar una vía para cumplir con el compromiso que los encargados de educación del mundo, realizaron en 2015 al signar la DeclaracioÏn de la Agenda de EducacioÏn 2030 para ìGarantizar una educacioÏn de calidad inclusiva y equitativa, y promover las oportunidades de aprendizaje permanente para todosî, se lo planteó el Consejo Asesor de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), y el cual intentan dar respuesta mediante varios ensayos en el libro: La educación del mañana: ¿inercia o transformación?.

Con la claridad de que 2020, es el año en donde se transformó de manera radical el paradigma que teníamos de la educación y de la escuela, y de que a partir de ello, la única certeza que tenemos actualmente es la incertidumbre, en los 18 textos que integran este libro, vemos planteamientos serios, innovadores y disruptivos que tienen el objetivo primario de contribuir de una manera constructiva a la toma de decisiones de los líderes políticos y responsables educativos en Iberoamérica.

Razón, por la que desde diferentes ángulos realizan un ejercicio de análisis y prospectiva, que nos lleva a reflexionar desde el significado, sentido y fines que tienen la educación en momentos de crisis como el que estamos atravesando, hasta plantear modelos de inteligencia artificial, los de big data hasta los procesos de automatización, los reacomodos en la economía global y la transformación de los mercados laborales, entre otros aspectos, todo con miras a lograr una educación de calidad, más equitativa e incluyente, pero en especial, para asegurar una educación integral.

Porque bien lo plantea Mariano Jabonero, secretario general de la OEI, “la pandemia ha puesto en evidencia los graves problemas e ineficiencias de nuestros sistemas educativos. También puso de manifiesto que la solución no es volver a la situación previa a la crisis”.

Esto sumado a lo que nos recuerda Otto Granados, que “el conocimiento dejó de ser lento, escaso y estable”, considerando que hasta 1900 el conocimiento humano se había duplicado aproximadamente cada siglo, y que actualmente lo hace cada trece meses o en menos, como en el caso de lo que se genera en internet que se duplica cada 12 horas, la o las respuestas a ¿Cómo será la educación del 2030?, deberá responder claramente a las nuevas demandas, necesidades y requerimientos que después de esta pandemia exija el mundo, porque si de algo tenemos certeza tenemos, es que el mundo ya no será el mismo después del 2020, y que la educación por ende tampoco lo debe ser.

A la puerta el gran reto de convertir la crisis en oportunidad para remontar todos los problemas y rezagos que venimos arrastrando en el sistema educativo mexicano, en el que por cierto, el impulsor de la Nueva Escuela Mexicana, Esteban Moctezuma Barragán, ya no resolverá, gran paradoja: soltar la educación motor de desarrollo y crecimiento en tiempos de crisis. Veremos quien asume el reto de responder a esta pregunta en México.

Asesora en Comunicación Estratégica e Imagen Pública