AFP
La policía holandesa detuvo a decenas de manifestantes propalestinos el miércoles en Ámsterdam, después de que desafiaran nuevamente la prohibición de manifestación impuesta tras la violencia contra los hinchas de fútbol israelíes la semana pasada.
Los manifestantes, que llevaban bufandas y coreaban consignas, se manifestaron en la céntrica plaza Dam de Ámsterdam y fueron trasladados a vehículos que los esperaban, según conocieron corresponsales de la AFP.
La manifestación se produce mientras Holanda todavía está lidiando con las consecuencias políticas de la violencia de la semana pasada en Ámsterdam, cuando los aficionados del Maccabi Tel Aviv fueron agredidos por hombres en scooters en varias partes de la capital.
Cinco aficionados del Maccabi fueron hospitalizados brevemente tras ser golpeados tras un partido con el equipo local Ajax el jueves pasado, en lo que el primer ministro holandés, Dick Schoof, calificó un incidente de "antisemitismo puro".
Las últimas protestas se produjeron tras una manifestación similar el domingo.
El miércoles por la noche, los manifestantes fueron trasladados a vehículos que los esperaban; algunos de ellos opusieron una fuerte resistencia.
Varios cientos de manifestantes se reunieron en la plaza Dam esa misma tarde, a pesar de la prohibición de protestas anunciada por el alcalde de la ciudad la semana pasada.
La prohibición, que se produjo a raíz de los ataques tras el partido entre Maccabi y Ajax la semana pasada, estará vigente hasta el mediodía de este jueves.
Después del partido, grupos de hombres en scooters se lanzaron a ataques tipo "golpe y fuga" contra aficionados del Maccabi en algunas zonas de la ciudad.
La policía dijo que los atacantes se movilizaron tras los llamados en las redes sociales para atacar a los judíos.
La alcaldesa de Ámsterdam, Femke Halsema, calificó el martes la violencia en torno al partido como un "cóctel venenoso" de antisemitismo y vandalismo.
Los acontecimientos previos al partido del jueves pasado aumentaron las tensiones, incluidos cánticos antiárabes por parte de los aficionados del Maccabi, que también prendieron fuego a una bandera palestina en la plaza central de la ciudad y destrozaron un taxi.
Después del partido, surgieron informes de llamados en las redes sociales para atacar a los judíos, dijo la policía de Ámsterdam.
La violencia tuvo lugar en el contexto de una Europa cada vez más polarizada, con tensiones intensificadas tras el aumento de los ataques antisemitas, antiisraelíes e islamófobos desde el comienzo de la guerra entre Israel y Hamás en Gaza.
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