Lejos de consolidarse un sistema de salud en plena capital

Aunque el pasado martes el Gobierno de México afirmó que el sistema de salud de primer nivel se consolidará a mediados del próximo año, la realidad contrasta con sus comentarios, dado que en la Clínica 23 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ubicada en Calzada San Juan de Aragón, alcaldía Gustavo A. Madero, empleados aseguran que el equipo médico que les dan está en mal estado, al tiempo que aseguran que las autoridades no realizan supervisión continua para garantizar el funcionamiento del mismo.

En entrevista, varios trabajadores que pidieron guardar el anonimato por miedo a represalias, abundaron que el Sistema de Información en Medicina Familiar (SIMF) también tiene deficiencias casi todos los días, por lo que es imposible que haya un manejo óptimo de los expedientes electrónicos, lo cual afecta su labor a cabalidad, dado que dijeron los retrasa de sus labores.

“No es justificar nuestro desempeño, pero la gente debe conocer que no tenemos las herramientas necesarias para poder cumplir con nuestro empleo, contrario a lo que se dice en el gobierno federal, de que se está logrando un sistema de primera calidad”, comentó una de nuestras fuentes.

De acuerdo con las denuncias, hay carencia de medicamentos para controlar a los pacientes crónico degenerativos, lo cual contrasta con la promesa del Ejecutivo federal, pues el 8 de noviembre pasado mencionó que México avanza en fortalecer en centros de salud y hospitales públicos la tenencia de medicinas para todo tipo de malestares.

Médicos subrayaron que los baumanómetros no sirven, además de que carecen de tóners y hojas, al tiempo que manifestaron que el director de dicha unidad médica Jorge Carlos Paredes Barrientos ni siquiera los atiende, porque el único intercambio directo que tienen con él es cuando lo ven en los pasillos y su relación sólo pasa por un hola y adiós.

“Este señor está más preocupado en su imagen y en fomentar festejos, dado que casi todo el tiempo se la pasa en su oficina tomándose fotos para subirlas a Facebook”, lamentaron profesionales de medicina, quienes alertaron que no cuentan con las sillas de ruedas y camillas suficientes para se efectúe el traslado de los pacientes.

Los trabajadores de diferentes áreas también acusaron que el director realizar otras actividades en su horario laboral como impartir clases vía remota a estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN), lo que ocasiona que descuide sus responsabilidades.

“Laboramos en un lugar de atención a personas enfermas con condiciones de salud no aptas y el ruido y eventos —Grito de Independencia, ofrendas y pastorelas— se supone que no son viables por qué no es un lugar para actividades recreativas”, condenaron.

Declararon que persisten muchas falencias, por lo que a las personas internadas las llevan en sábanas, toda vez que no hay infraestructura para que sean bajados a otros pisos, además de que como no hay camilleros, otro tipo de personal tiene que fungir como tal, pese a que no cuentan con la capacitación para dicha actividad.