Con Lionel Messi en la cancha, Lionel Scaloni desde el banco, Argentina hoy está en la gloria.
La dupla llevó a la albiceleste al tricampeonato de la Copa del Mundo en Qatar 2022, un Mundial en el que la comunión entre los jugadores y su entrenador fue clave para la victoria.
Los argentinos ganaron a Francia en los penaltis 3(4)-3(2), en una de las mejores finales mundialistas de los últimos tiempos.
Desde el banco, Scaloni supo manejar la presión de ver el empate de los franceses en dos ocasiones -uno en el tiempo regular y otro en los tiempos extra- y guiar a su equipo hasta la última instancia.
El planteamiento del joven entrenador de 44 años fue notable: durante 80 minutos mantuvo a raya a Francia, que tuvo que recurrir a la magia del goleador Kylian Mbappé para encontrar los empates.
La "Scaloneta" se sentía descompuesta, pero justo en momentos como esos, en los que un jugador mira al banco para encontrar respuestas, ahí estaba Scaloni.
Y con Messi teniendo el mejor Mundial de su carrera, la gloria llegó para un entrenador que hasta hace no mucho era un inexperto, incluso menospreciado por Diego Armando Maradona.
Scaloni llevaba un año retirado y sentía un vacío interior difícil de ignorar.
En un año nada lejano como 2016, el exlateral se puso a entrenar al Son Caliu, el club amateur de su barrio en la isla española de Mallorca, para formar a los niños y adolescentes en el fútbol.
Su compatriota Jorge Sampaoli, entonces entrenador del Sevilla, vio algo en él. Lo puso a trabajar con las inferiores y luego se integró al equipo del primer cuadro.