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Cuando se mezcla el deber y el compromiso social hay buenos resultados. Como sabemos, el gobierno que encabeza el presidente López Obrador, durante prácticamente seis años, se ha dedicado a trabajar con entrega y dedicación. De hecho, su estructura institucional— a pocos días de entregar la transición— continúa con un elevado nivel de aprobación que, en efecto, ha llegado alcanzar el 75% de respaldo. En pocas palabras, logró el objetivo que se planteó cuando inició este nuevo camino denominado la cuarta transformación. El mandatario federal, a propósito, entendió perfectamente el compromiso social que adquirió en el mandato popular, pues tanto en el discurso como en los hechos, AMLO no ha fallado en lo más mínimo.
La buena noticia es que Morena seguirá conservando el poder a nivel nacional. La futura presidenta electa, Claudia Sheinbaum, está preparando la transición y, con ello, construye la columna vertebral del nuevo gobierno de la República. Y mientras el primero de octubre se aproxima, la ganadora de los comicios sigue fortaleciendo el gabinete legal y ampliado. Es un modo de mostrar la visión atinada que, desde luego, es de vital importancia a estas alturas del arranque oficial. Si analizamos un poco más de este ejercicio de planeación, es bien sabido el encuentro recurrente con los gobernadores constitucionales y electos. Conforme han pasado los días, en esta ruta de transición, Sheinbaum ha recibido algunos proyectos que, a la postre, serán parte del abanico extenso de obras que han aterrizado en el territorio nacional.
El mismo presidente López Obrador, durante su paso, culminó una serie de proyectos, especialmente en beneficio del sur del país. Obras de gran impacto y, lo mejor de todo, palancas de impulso para mejorar el desarrollo económico. En esa concepción de relevancia, algunos gobernadores han presentado un conjunto de ideas que, además de indispensables para el progreso, darán condiciones favorables para profundizar la transformación. Tengo la impresión que Michoacán, en ese sentido, presentó los proyectos más ambiciosos de México. Desde luego, la capacidad económica, sumado a la voluntad que existe, genera un clima favorable para llevar a cabo la infraestructura de gran calidad. Algunas de ellas, claro está, han centrado la mirada en el mejoramiento de la red carretera que, naturalmente, coadyuve como un mecanismo de impulso para optimizar la inversión pública y privada.
Hay que reconocerle el gran olfato que ha tenido Alfredo Ramírez Bedolla durante su mandato. De hecho, esa gestión, en términos sociopolíticos, se ha visto como una de las más productivas y eficientes a nivel nacional. De acuerdo con la evaluación mensual que realiza Demoscopia Digital, Bedolla tiene una aprobación ciudadana del 67%. Es, ni más ni menos, un claro despegue de la consolidación de una gestión en la que se depositaron grandes expectativas. Y con una confianza abrumadora de la ciudadanía, existe un apoyo incondicional a las propuestas que el mandatario estatal ha realizado, básicamente en el giro innovador y vanguardista. Es más, ese andamiaje de proyectos, al mismo tiempo, contempla la reestructuración del lago de Pátzcuaro, como una de las prioridades.
Recordemos que, hoy por hoy, Pátzcuaro es uno de los municipios más emblemáticos del estado. Hace unos meses, de hecho, fue reconocido por la revista internacional Forbes, como uno de los puntos más acogedores de México. En ese universo mundial, y por la importancia que tiene para el turismo nacional, Alfredo Ramírez Bedolla, en conjunto con Julio Arreola, alcalde municipal, han coordinado trabajos que tienen una forma muy particular: la visión de transformación que ha dado buenos resultados. Arreola, por ejemplo, se ha convertido en uno de los ediles más productivos del territorio Purépecha. De acuerdo con los datos que divulgó Demoscopia Digital, su gestión lo sitúa como el tercer mejor presidente municipal de Michoacán. Y como Arreola Vázquez tendrá un periodo administrativo más, producto del triunfo contundente en las urnas, habrá un diseño de acciones que, en definitiva, continuarán profundizando las transformaciones y, de paso, mejorar la calidad de vida de la población civil. Claramente así será.
Es importante ir adentrándonos a lo que será el nuevo escenario sociopolítico en Michoacán, pues tiene todas las condiciones para seguir por la ruta de la transformación. Es decir, cuenta con la gestión de un gobernador que, a nivel nacional, ha demostrado mayor eficiencia y capacidad para tomar decisiones. O sea que, además de lo competitivo, bajo su tutela continúa dando resultados que siguen catapultando al territorio a otras latitudes.
A propósito de ello, este primero de septiembre, como está estipulado, más de cien presidentes municipales tomarán protesta. Es, de manera simple, el comienzo de una nueva era para algunos y, para otros, la puerta de acceso para seguir demostrando la responsabilidad social que, mediante el voto de las mayorías, constituye el mandato popular. En Maravatío, por ejemplo, hay grandes expectativas con el triunfo abrumador de Mario Pérez. Es, además del relevo generacional que mencionó el presidente López Obrador, la esperanza para que uno de los municipios más importantes alcance un nivel óptimo de desarrollo. Así se percibe el arranque, razón por la cual hay que considerar como un hecho histórico.