Este martes los militares malienses protagonizaron un golpe de estado en Bamako ya que afirmaron tener en su poder al presidente de Mali, Ibrahim Bubacar Keita, así como a su primer ministro, Bubu Cissé.
Esta situación se dio mientras que el presidente y el primer ministro estuvieron ausentes durante las largas horas que duró lo que parecía un motín y luego se transformó en golpe de estado.
Uno de los militares amotinados en el cuartel de Kati, desde donde partió el movimiento esta mañana, dijo a los periodistas que las dos máximas autoridades de la república están en su poder, sin dar más precisiones.
Además se emitió un comunicado de Cissé, que apelaba al diálogo con los golpistas, fue puesto en duda por los observadores y atribuido a personas de su entorno que trataban de ocultar la gravedad de la situación.
La noticia del aparente triunfo del golpe se expandió por la capital, por cuyas principales avenidas circulan vehículos militares, y en donde miles de personas salieron a las calles en actitud festiva, celebrando lo ocurrido, que aparentemente ha tenido lugar sin derramamiento de sangre.
Militares malienses tomaron el martes el control de una ciudad cuartel cerca de Bamako, causando preocupación de Estados Unidos y vecinos de Mali por un posible derrocamiento del presidente Ibrahim Bubacar Keita, enfrentado desde hace dos meses a protestas sin precedente desde el golpe de Estado de 2012.
Juan Aguilar
Información de El Universal
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