A lo largo de la historia grandes movimientos han formado parte de los acontecimientos sociopolíticos del país que se han gestado por medio de una identidad. El ejemplo más claro- en estos tiempos- es la expresión lopezobradorista que nació a través de la lucha democrática del país. De hecho, Ricardo Monreal, aspirante presidencial de Morena, es pieza fundamental no solo dando impulso para su creación, sino en la consolidación de las políticas públicas que han empujado desde el legislativo federal.
De hecho, el nombre de Ricardo Monreal nos remite a tiempos claves de la lucha social de las últimas décadas, incluso el ahora coordinador de los senadores de Morena, se convirtió en el primer gobernador de izquierda en nuestro país al ganar la elección de Zacatecas en 1997. Eso es, históricamente, un hecho sin precedentes, particularmente en este movimiento que ha sido pionero en la transición de poderes.
Gracias al impulso que le dio Ricardo Monreal al movimiento, surgió el Monrealismo cuyas características tienen una identidad clara con el progreso social, sobre todo porque en Zacatecas comenzó la esperanza de construir más gobiernos progresistas a lo largo y ancho del territorio nacional.
En otras palabras, aquel estado fue el parteaguas de muchos procesos electorales y la punta de lanza del movimiento social que fue abriendo las brechas para responder a la demanda colectiva a través de sus necesidades.
Desde esas fechas, hasta hoy, el Monrealismo es una estructura fuerte que ha ido creciendo por toda la geografía nacional. Y como cada movimiento social tiene sus características, la esencia de Ricardo Monreal es la Reconciliación. De hecho, más sectores de la sociedad han unificado coincidencias con el coordinador de los Senadores de Morena que es, por historia y trayectoria, un aspirante legítimo para buscar suceder al presidente López Obrador en la transición que viviremos en 2024.
En ese sentido las condiciones no son equitativas para Ricardo Monreal, pues ha sorteado la exclusión durante más de veinte meses consecutivos en el que ha construido una aspiración con su propio trabajo. Es decir, ha forjado su camino pese a la segregación que ha vivido. Aun así, el Monrealismo tiene una fuerte presencia y constituye, en términos políticos, una gran manifestación popular que están convencidos de lo que representa el zacatecano para el futuro próximo del país.
Eso lo hemos podido observar en los recorridos que hace Ricardo Monreal por el territorio nacional. La propia sociedad civil expresa su apoyo para llevar el timón del país en los próximos seis años a partir del 2024. Sabemos que, en ese sentido, el zacatecano es un serio aspirante a suceder al mandatario federal no sólo por la capacidad política demostrada, sino porque ha desplegado una inmensa estructura territorial donde se han hecho presentes miles de ciudadanos que han ondeado la bandera del Monrealismo y, sobre todo, el de la Reconciliación por México.
Incluso, desde hace meses el Senador Ricardo Monreal está construyendo un proyecto de nación a fin de profundizar las políticas públicas de la llamada Cuarta Transformación a la que, por cierto, el zacatecano se ha entregado con lealtad al presidente López Obrador; lo ha hecho, incluso, en los momentos más críticos en las que Monreal ha dejado huella importante por su contribución.
De hecho, eso se lo ha reconocido la misma militancia de Morena a cada estado donde se ha presentado para dialogar con ellos, siempre con disposición y flexibilidad.
Esas dos concepciones son otras de las características de Ricardo Monreal, especialmente porque siempre aporta propuestas o alternativas de impulso en beneficio del país.
Y de la mano del Monrealismo, que es su principal estructura territorial del país, Ricardo Monreal busca la presidencia de la República. Es, por mucho, el político más maduro y experimentado de la lista de aspirantes a suceder al mandatario federal. Y hablamos de todos los sectores sociales, mujeres jóvenes, empresarios, colectivos incluyentes, maestros, catedráticos y población en general, que están a favor de Monreal para que se convierta, en un futuro inmediato, en el próximo presidente constitucional de México.