En el municipio de San Luis Río Colorado, Sonora, un perro llamado Cornelio perdió la vida tras ser víctima de un acto de crueldad por parte de dos niños que le colocaron pirotecnia en el hocico.
La mascota murió en una clínica veterinaria debido a las severas heridas ocasionadas por la explosión. Su dueña, profundamente afectada, presentó una denuncia formal ante la Fiscalía estatal para exigir justicia por este incidente.
De acuerdo con medios locales, la dueña señaló que los padres de los menores implicados mostraron una actitud indiferente. "La verdad estoy muy molesta, muy enojada, por lo que hicieron los papás de los niños", expresó la mujer, quien también reveló que estos no asumieron los gastos veterinarios.
La afectada compartió que su familia encontró al perro herido en la tarde, pero no pudieron llevarlo de inmediato a una veterinaria debido a la falta de recursos y la ausencia de establecimientos abiertos. "Lamentablemente ya me dieron la noticia de que mi perro había fallecido", narró en una página de rescate animal.
La propietaria de Cornelio aseguró que procederá legalmente: "No voy a dejar las cosas así, voy a proceder, porque nosotros como padres debemos darle el ejemplo a nuestros hijos". Además, destacó la importancia de su mascota en su vida: "Para muchos podría ser un simple perro, pero era parte de mi familia”.
El caso ha causado conmoción en redes sociales, donde miles de usuarios han exigido justicia para Cornelio, una mascota que había vivido apenas un año con su familia.
En Sonora, el maltrato animal es un delito que puede derivar en sanciones económicas de hasta 400 días de salario mínimo. En casos graves, como la muerte de un animal, la ley establece penas de hasta seis años de prisión.
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