Occidente exhibe falsa unidad en el Aniversario del Día D

La conjunción de fuerzas entre los Ejércitos de Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Canadá y otros aliados fue determinante en el triunfo de los Aliados sobre los nazis en la Segunda Guerra Mundial durante la Batalla de Normandía que inició el 6 de junio de 1944. Sin embargo, 75 años después parece quedar poco de esta unidad.

▶ La ola de proteccionismos en Estados Unidos y algunos países de Europa han aislado a las principales potencias del mundo, cuyos representantes hicieron un esfuerzo ayer por exhibir ante los enemigos de Occidente –China, Norcorea y Rusia, principalmente– una falsa unidad.

“Dios Todopoderoso, nuestros hijos, orgullo de nuestra nación, en este día, han iniciado un gran emprendimiento, una lucha para defender nuestra república, nuestra religión y nuestra civilización y liberar a una humanidad que sufre”, leyó ayer el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para rememorar el discurso que brindó el presidente Franklin Roosevelt el 6 de junio de 1944 por radio cuando las fuerzas aliadas cruzaban el canal de la Mancha.

Durante la ceremonia, Angela Merkel, Justin Trudeau y Emmanuel Macron olvidaron las diferencias que tienen con Trump con respecto a temas globales como la migración o el cambio climático.

Theresa May, por su parte, dejó de lado las fricciones por la intromisión del republicano en el Brexit.

En cambio, hubo lugar para una comida entre Trump y Merkel en la que hablaron sobre Libia y las condiciones en África Occidental durante su reunión de aproxima damente 10 minutos, dijo la Casa Blanca.

Por su parte, Theresa May, quien mañana hará efectiva su renuncia al liderazgo del Partido Conservador, leyó la carta que el capitán Norman Skinner le envió a su mujer, antes de morir en la playa Sword el Día D. “Confiaba en haber podido estar contigo el pasado fin de semana, pero me ha sido imposible abandonar el puesto y todo lo que quiero decirte deberé hacerlo por escrito”, leyó.

Trump enfatizó un vínculo de larga data entre Estados Unidos y Gran Bretaña. Subrayó que más de 1.5 millones de estadounidenses estaban destacados en Inglaterra antes de la invasión.

El presidente de Estados Unidos también intentó reparar una pelea diplomática, diciéndole a Piers Morgan, anfitrión del programa “Good Morning Britain” (“Buenos días Gran Bretaña”), que no quiso insultar a la duquesa de Sussex, Meghan Markle, nacida en Estados Unidos, la calificó de “desagradable”.

La palabra generó mucha cobertura en los medios de comunicación y Trump ha trabajado diligentemente para asegurar que él estaba hablando específicamente sobre sus comentarios acerca de él mismo, no sobre ella.