PANDEMIA Y HURACANES TRIPLICARÁN MIGRACIÓN CENTROAMERICANA: ONG

La migración de centroamericanos y caribeños que cruzan por México para llegar a Estados Unidos, que es en promedio de 500 mil personas al año, se triplicará este 2021, derivado de la pandemia del Covid-19, los huracanes Eta y Iota que afectaron a la región que provocó una mayor pobreza y desempleo, así como la narcoviolencia, todo ello a pesar de la militarización de las fronteras que realizan los gobiernos mexicano, guatemalteco y hondureño.Aseveró el vocero del Movimiento Migrante Mesoamericano, Rubén Figueroa, quien lamentó el doble discurso del gobierno mexicano, en el sentido de que se respetan los derechos humanos de los migrantes y se exige a quien será nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, una reforma migratoria y aquí se utiliza a la Guardia Nacional y al Ejército Mexicano para detener y deportar a los centroamericanos.

“Lo que está ocurriendo en México, militarizar la frontera sur en el actual gobierno de Andrés Manuel López Obrador frente a la pobreza y desempleo de millones en Centroamérica, no frenará el éxodo, pero sí derivará en un mayor número de muertes de migrantes que utilizarán las rutas más peligrosas de México y, a la par, se fortalecerá a los cárteles y grupos delictivos dedicados al secuestro y tráfico de personas”, dijo a ContraRéplica.

Consideró que este 2021 será caótico en materia migratoria, no sólo en México y Centroamérica, sino en otras regiones del mundo, porque habrá una mayor tendencia a migrar por los efectos devastadores de la pandemia, con mayor desempleo y pobreza. “Frente a eso, los gobiernos, en lugar de generar condiciones económicas, frenan los éxodos colectivos que buscan protegerse entre sí y los dejan a expensas del crimen organizado”.

Dijo que ante el freno de las caravanas, continuará la migración silenciosa, de grupos pequeños, por rutas alternas, más peligrosas, pero más expuestos a la delincuencia y de caer en manos de las redes del tráfico de personas, “las cuales en 50 por ciento las operan autoridades de México y de Centroamérica”.

“Hay gran preocupación por lo que está ocurriendo en contra de los migrantes, porque los gobiernos de la región solo saben responder de manera militar, a pesar de que es visible el porqué están huyendo, que es por la violencia, los efectos de la pandemia, y los dos huracanes que han impactado, lo que ha derivado en mayor desempleo y miseria”, comentó.

El especialista y defensor en Derechos Humanos, indicó que la militarización de la frontera sur de México sólo beneficiaría a la industria del tráfico de personas, del secuestro, que ganan miles de millones de dólares cada año.

Recordó que el Ejército de Guatemala tiene un largo historial de represor, de desaparecer personas y el de México “ya también está mostrando el músculo en la frontera del Suchiate, frente al éxodo de migrantes, para que desistan de su propósito de sobrevivir”.

Mencionó que lo que ocurre en la frontera sur con la movilización de miles de elementos de la Guardia Nacional y del Ejército Mexicano, lo mismo en toda la ruta migratoria hasta la frontera norte, evidencia lo dicho por el presidente Donald Trump, en el sentido de agradecer a López Obrador el usar 27 mil soldados mexicanos para frenar la migración hacia Estados Unidos.

Expuso que hay una coordinación militar de los países de Centroamérica con México para frenar las caravanas migrantes, como quedó en evidencia con el envío este fin de semana del Gobierno mexicano de cuatro autobuses a Guatemala, para la deportación de hondureños.

Indicó que de acuerdo a las denuncias de organizaciones no gubernamentales y humanitarias, la orden en la región es el cierre de todas las tiendas y pidió a la población no vender o regalar alimentos a las personas migrantes que se encuentran varadas en la localidad de Vado Hondo.

Alertó de un crecimiento en el discurso de odio hacia migrantes en la región por parte de los gobiernos, con el pretexto de contagios por Covid-19, cuando en México nunca se han cerrado ni fronteras ni aeropuertos a los vuelos internacionales.

“Es un tema de cerrar las fronteras a la migración forzada, a los migrantes pobres, de un linchamiento mediático hacia los centroamericanos, de criminalizarlos, de ponerlos como un riesgo a la salud pública de un país”, concluyó Rubén Figueroa.