Playmobil, la película

Por Osvaldo Córdova

Luego de que en 2014 la empresa danesa de bloques para construcción irrumpiera en la pantalla grande con “La gran aventura Lego” y repitiera ese éxito con dos cintas más, se podría decir que Playmobil ya iba tarde para subirse al tren cinematográfico.

Es así que este verano los famosos y entrañables muñecos de plástico alemanes hacen su debut en el cine con “Playmobil, la película”.

La historia comienza en nuestro mundo, cuando una adolescente llamada Marla tiene que interrumpir sus sueños por una complicada situación familiar que la obliga a hacerse cargo de Charlie, su hermano pequeño.

Todo parece ir bien hasta que de pronto en una visita a un show de juguetes, Charlie desaparece, y Marla en su afán de buscarlo atraviesa un pasaje dimensional que la lleva al mundo de Playmobil donde tendrá que recorrer en compañía de varios muñecos diversos territorios para encontrar a su hermano.

A pesar de un presupuesto elevado y el director Lino DiSalvo, quien trabajó en Disney, la película no logra capturar nuestra atención y despuntar como lo hicieron las cintas de Lego.

El guion está elaborado con personajes arquetípicos, chistes un poco forzados y de una forma en la que cada mundo por el que pasa Marla sea promocionado como si se tratara del nuevo catálogo de juguetes de la empresa para la próxima Navidad.

En sus películas, Lego no duda en explotar sus franquicias conocidas por el público, como los superhéroes DC o El Señor de los Anillos para multiplicar las referencias y dirigirse tanto a adultos como a los niños.

En Playmobil, la película, se prefirió apostar por sus propios mundos: los vikingos, el salvaje oeste, la ciudad futurista, a pesar de contar con las franquicias de Los Cazafantasmas y Entrenando a tu Dragón, dos elementos que pudieron hacer más atractiva la cinta.

Visualmente la cinta es atractiva e interesante, y con algunas alusiones divertidas como la interpretada por el agente secreto Rex Dascher, cuya voz en ingles es de Daniel Radcliffe y en español de Darío Yazbek, y que no es otra cosa más que una alusión al James Bond, con todo y auto incluido

En si la cinta se olvida de los adultos que acompañan a los pequeños y se dirige solamente a ellos y los invita a ser valientes, luchar por los sueños y comprar Playmobil.

Es así que los entrañables muñecos sin rodillas ni codos de nuestra infancia, con los que vivimos innumerables aventuras en el magnífico barco Pirata, por ejemplo, gracias a nuestra imaginación hicieron su debut en la pantalla grande con una cinta errática y sin despertar el interés.

Foto Cinépolis Distribución