Por Adela Mac Swiney González
Foto/ Adela Mac Swiney
Notistarz
Con el compromiso de lo que aún le queda por hacer en la industria cinematográfica, el actor mexicano Diego Luna recibió hoy el premio Platino de Honor de la VIII edición de estos galardones por su trabajo en la promoción de la cultura y las artes de Iberoamérica.
Los galardones, referentes en la industria cultural tras siete ediciones, volvieron a Madrid para poner en valor la promoción y el desarrollo de la industria audiovisual de habla hispana en IFEMA Palacio Municipal de Congresos.
“Quiero pensar que este reconocimiento es por mi trayectoria, pero todavía me queda mucho por recorrer”, señaló el actor y director mexicano, de 41 años, quien debutó a los 8 años en el cortometraje “El último fin de año”, de Javier Bourges.
Leyendo un texto, agradeció el galardón y a la ciudad de Madrid por hacer esto posible. “Que chingonería estar aquí, gracias a todos, gracias por este reconocimiento, que es un compromiso a lo que me queda por hacer, a seguir contando historias y a seguir con mi quehacer, esta es una noche especial”.
Al referirse a los meses de incertidumbre por la pandemia del coronavirus Covid-19, expuso que “nos enseñó a confrontarnos con nuestra propia vulnerabilidad, a guardarnos para cuidarnos de ida y vuelta”, pero “hoy podemos reunirnos, podemos retomar el espacio público, seguir con nuestro quehacer, parece un sueño, pero está pasando y por siempre voy a recordar este momento”.
Advirtió que “no podemos volver a lo mismo tras la pandemia, sería una pena regresar a donde estábamos y no aprovechar la oportunidad, sería casi un suicidio colectivo, nos toca replantearlo todo, nuestra relación con esta tierra que hemos destruido en nombre del progreso y el desarrollo, nos toca sanar lo que nos ha pasado, no evitarlo, no hacer como que no pasó”.
Además, enfatizó que “digo esto, porque somos parte de una comunidad que debe poner el ejemplo, una comunidad con todo el potencial si nos sabemos capaces de actuar en conjunto, tenemos que lograr que las distancias entre nuestras industrias se acorten, entender que el territorio y alcance de nuestras historias no se limitan a nuestras fronteras”.
El premiado sostuvo que “no basta con sentarnos una vez al año y festejar nuestros proyectos, hay que pensar en bloque y recordar que la colaboración entre todes, solo nos fortalece”.
“Nos toca a todos, aquí, contar nuestros cuentos, nadie mejor que nosotros para hablar de nuestro contexto, adueñémonos de esa narrativa y por favor no emulemos lo que otras industrias y otros mercados han hecho, intentemos la nuestra”, demandó.
Pidió confiar “en nuestro talento, creatividad, en el poder de lo específico” y agradeció “de corazón” ser parte de esta comunidad, pues “vivo con mucho orgullo” lo que hemos logrado, pero nos falta mucho por hacer.