Yasmín Esquivel Mossa, Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), expresó durante una sesión del Pleno: “Nuestra Constitución ha establecido reglas para el autocontrol y la moderación judicial, con el objetivo de evitar excesos en nuestras interpretaciones”. En esta sesión se discutían impugnaciones realizadas por distintos partidos políticos sobre la Reforma Constitucional al Poder Judicial de la Federación (PJF).
En desacuerdo con el proyecto de criterio propuesto, la Ministra Esquivel argumentó que las reclamaciones de los partidos son notoriamente improcedentes, dado que no existe un mecanismo constitucional para revisar o cuestionar reformas o adiciones a la Constitución misma. Esto se debe a que el Poder Revisor se encuentra sujeto únicamente a su propia regulación.
La Ministra justificó su postura en dos precedentes de 2016 impulsados por la actual Ministra Presidenta, en los cuales la SCJN concluyó que impugnar reformas constitucionales era improcedente. Aun cuando ella no era parte de la Corte en esa época, Esquivel Mossa afirmó estar de acuerdo con esa decisión.
Al hacer uso de la palabra, Esquivel Mossa enfatizó que están frente a un caso muy similar al de 2016, cuando partidos políticos también cuestionaron modificaciones constitucionales relacionadas con temas electorales. Recordó a sus colegas en la Corte los fundamentos expresados en aquella ocasión, en la que se desestimaron las demandas, y subrayó que es vital “refrendar el sentido de las ejecutorias pronunciadas en 2016, fundamentalmente porque los artículos 105 y 135 constitucionales (…) han mantenido la misma redacción desde entonces, resulta de vital importancia que preservemos la estabilidad en un criterio de la mayor relevancia, no solo jurídica, sino política, por el grave impacto que tendría en el equilibrio que debe haber entre los Poderes de la Unión”.
Esquivel Mossa también señaló que la Constitución no contempla ninguna intervención del PJF en el proceso de reforma constitucional; por lo tanto, las Ministras y Ministros de la SCJN deben simplemente “respetar su contenido y hacerlo respetar en nuestras decisiones”.
La Ministra advirtió que si la SCJN se atribuye una competencia que la Constitución no le ha conferido, ello podría derivar en una mayor inseguridad jurídica en el país. Por lo tanto, hizo un llamado a no permitir que esta situación se convierta en una causa recurrente de conflicto entre los Poderes de la Unión.
Esquivel Mossa señaló que “estamos invirtiendo el orden lógico de las cosas, ya que la fuerza moral y legitimidad que tenemos como Tribunal Constitucional nace de lo que con toda certeza y claridad nos autoriza la Constitución, y en forma concomitante, del respeto irrestricto de los límites que ha marcado, y de aceptar –sin reservas– lo que nunca como Corte se nos ha otorgado”.
Finalmente, la Ministra Esquivel reiteró que analizar la constitucionalidad de la propia Constitución generaría una confrontación innecesaria entre los poderes legislativo y judicial, lo cual inevitablemente conducirá a la ruptura del equilibrio que debe haber entre la moderación judicial y el respeto a la división de Poderes, algo que, afirmó, “debemos evitar por el bien de la República”.