El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, expresó su preocupación por la baja asistencia a clases en varios municipios de la entidad, señalando que no existe un estado de excepción en la región. En su intervención, Rocha Moya aclaró que el estado está tomando todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los estudiantes, destacando que, a pesar de la violencia reciente, se continúan realizando operativos especiales de vigilancia en los alrededores de los planteles educativos. "No pondría en riesgo a los niños y a los maestros", afirmó el gobernador.
El mandatario también pidió a los padres de familia no dar apoyo a quienes promueven la idea de que Sinaloa se encuentra en una situación de excepción. Llamó a las familias a evaluar la situación por sí mismas y a no escuchar las voces alarmistas. "Es mi responsabilidad garantizar que las escuelas permanezcan abiertas", expresó. Sin embargo, mencionó que muchos padres decidieron mantener a sus hijos en casa tras los recientes enfrentamientos violentos, que resultaron en varios muertos y daños a la infraestructura pública.
En relación con las autoridades educativas, Rocha Moya destacó que no se suspendieron clases de manera oficial, pero el nivel de inasistencia fue elevado debido a las decisiones tomadas por los padres. Por su parte, Feliciano Castro Melendrez, secretario General de Gobierno, subrayó que las decisiones de no enviar a los niños a clases fueron respetadas y que la seguridad en las escuelas sigue siendo una prioridad. A pesar de los desafíos, se siguen reforzando los operativos de seguridad con el apoyo de las fuerzas federales.
Foto por Cuarto Oscuro