AFP
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, amplió el martes las exenciones en una congelación radical de la asistencia extranjera, diciendo que Estados Unidos seguiría financiando artículos humanitarios como refugio y medicamentos.
El presidente Donald Trump, al regresar al cargo la semana pasada, ordenó una pausa de 90 días para revisar la asistencia de Estados Unidos, el mayor donante del mundo en términos de dólares.
Rubio continuó congelando prácticamente todos los fondos, aunque especificó exenciones para alimentos de emergencia y asistencia militar a Israel y Egipto.
En un memorando de seguimiento emitido el martes tras las protestas de los grupos de ayuda, Rubio aclaró que otra "asistencia humanitaria" además de los alimentos también estaría exenta durante el período de revisión.
La ayuda humanitaria se definió como "medicamentos básicos para salvar vidas, servicios médicos, alimentos, refugio y asistencia de subsistencia", escribió Rubio en el memorando, cuyo contenido fue confirmado a la AFP.
La portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, escribiendo en X, dijo: "Se están satisfaciendo las necesidades urgentes".
"Existen exenciones generales para alimentos de emergencia y otra asistencia humanitaria de emergencia. Y existe un proceso de exención para artículos no cubiertos por exenciones preexistentes", escribió.
Bruce dijo que el objetivo era deshacerse de fondos y programas "atroces" que no están en línea con las prioridades de la administración Trump.
Señaló en parte los esfuerzos relacionados con la asistencia en materia de cambio climático y género.
"El mandato del pueblo estadounidense fue claro: debemos volver a centrarnos en los intereses nacionales estadounidenses", afirmó.
Los grupos de ayuda y los legisladores demócratas han expresado su alarma por las consecuencias potencialmente de largo alcance de la congelación.
La última exención parecería dar luz verde a la financiación de medicamentos en el marco de PEPFAR, un importante programa estadounidense contra el VIH/SIDA.
PEPFAR, creado en 2003 bajo la presidencia de George W. Bush, se atribuye haber salvado unas 26 millones de vidas.
Antes de la última exención, ONE, el grupo de defensa de la ayuda cofundado por el cantante irlandés Bono, expresó su esperanza de que haya exenciones, pero advirtió que la "burocracia" aún podría afectar la financiación de PEPFAR.
"Nuestros adversarios aprovecharán esta brecha en el liderazgo estadounidense y promoverán la desinformación, lo que socavará la confianza en Estados Unidos y dañará nuestra reputación en todo el mundo", dijo Elizabeth Hoffman, directora ejecutiva para América del Norte de ONE.
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