Daniela Méndez
Lorenzo Álvarez Filip, del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICML) de la UNAM, alertó que “aproximadamente 40 especies de coral que habitan en el Caribe mexicano, más de la mitad están afectadas por el síndrome blanco, enfermedad producida por patógenos que no se han identificado plenamente y que ha causado la pérdida de más del 90 por ciento de las poblaciones en algunas clases, como el de pilar o laberinto”.
El investigador de la Unidad Académica de Sistemas Arrecifales, explicó que “es tan devastadora, que podría acabar con corales y sistemas arrecifales, lo que impactaría severamente a familias marinas asociadas, y a servicios ambientales clave que brindan, como ser una barrera natural contra huracanes y la energía del oleaje”.
De acuerdo con una investigación del universitario y su equipo, hay factores que empeoran la calidad del agua marina, como el aporte de contaminantes y el incremento en la temperatura, lo que expone a los corales a más estrés y aumenta sus probabilidades de enfermar.
Los primeros registros de esta afección son en Florida, Estados Unidos (2014), donde muchas colonias de distintas especies murieron rápidamente, y en cinco años se extendió a lo largo de sus costas. Para 2018, en México comenzó a notarse este fenómeno en Puerto Morelos, en Yucatán.
El experto de la UNAM, comentó que “en Puerto Morelos hicimos un seguimiento por ocho meses y al finalizar este periodo la enfermedad disminuyó, pues prácticamente mató a todos los corales susceptibles. Nos dimos a la tarea de verificar cómo este evento había afectado la capacidad de construir arrecife, es decir, qué tanto carbono de calcio seguía produciendo los corales, y nos percatamos que las pérdidas fueron muy graves”.
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