Columnas
En el sexenio que finaliza dentro de unas horas, y salvo que suceda una auténtica tragedia también en unas cuántas horas, se registrará un hecho inédito que ciertamente pocos esperaban, o quizás nadie.
Por primera vez en la historia moderna de este país, no habrá depreciación de la divisa mexicana, se registrará una apreciación moderada pero apreciación al final del día.
El tipo de cambio inició el sexenio en niveles de 20.22 pesos por dólar en el llamado mercado interbancario; durante estos casi seis años de gobierno alcanzó una cotización máxima de 25.13 pesos por dólar, y un nivel mínimo de 16.43 unidades, eso significa una variación nominal de 52.95 por ciento entre el valor máximo y el mínimo, que medido en niveles de volatilidad resulta enorme, si no fuera por lo que vimos podríamos decir que el peso tuvo también el periodo de mayor volatilidad en esta era.
Pero volviendo al factor cambiario; las conclusiones gubernamentales han dicho hasta el cansancio que la fortaleza del peso se debe a su gestión; es importante reconocer lo que se debe reconocer, este gobierno no jugó con los llamados fundamentales de la economía, eso desde luego que benefició a los indicadores financieros como el peso y la bolsa de valores.
Este gobierno resultó en los hechos con el manejo de los indicadores financieros y la disciplina fiscal, cuando menos en sus primeros cinco años, tan neoliberales como los neoliberales, siguió al pie de la letra sin apartarse un mílímetro, o sin borrar una sola coma, los lineamientos neoliberales que le dieron certeza y estabilidad a indicadores como el tipo de cambio desde antes de que el actual gobierno llegara al poder.
Si eso, que se reconoce, se combina con uno de los escenarios más favorables para el peso históricamente hablando, tenemos el resultado esperado: el primer sexenio sin depreciación en la historia moderna de nuestro país, el primer sexenio en décadas.
- Tasas globales de interés en el cero absoluto e incluso en niveles negativos, contra tasas nominales de entre 5 y 6 por ciento en México
- Guerra comercial entre las dos mayores potencias de nuestros días, que atrajo inversiones multimillonarias a México, léase nearshoring.
- El proteccionismo, que llevó a que los flujos monetarios se redireccionaran también, en este caso a destinos cercanos a Estados Unidos.
- La consolidación de México como principal socio comercial de la primera potencia del mundo, Estados Unidos
- Los efectos de la pandemia en los mercados, tomando a destinos como México como esenciales en caso de nuevos eventos disruptivos en la economía.
Los anteriores, y varios más, fueron factores determinantes para que el peso se apreciara de manera constante a lo largo del sexenio, y finalmente al cierre de dicho periodo se depreciara respecto a los niveles más bajos alcanzados por la paridad peso-dólar, pero sin alcanzar a rebasar el nivel de inicio del sexenio.
Este es el balance, sí hay que reconocer e inscribir con letras grandes: PRIMER SEXENIO EN LA HISTORIA MODERNA DE MÉXICO SIN DEPRECIACIÓN DEL TIPO DE CAMBIO; pero, también debemos inscribir con letras grandes que fue en gran medida GRACIAS AL HISTÓRICO CONTEXTO GLOBAL.