El gobierno de Singapur prohibió toda reunión, de cualquier tamaño, en sitios públicos y privados, en un momento en que llegan a mil 375 las infecciones por COVID-19.
El ministerio de Salud del país asiático explicó que según la enmienda constitucional que aprobó este martes el congreso singapurense, no se permiten fiestas privadas ni reuniones familiares.
Aunque el gobierno informó que se tratará de una medida temporal, no descartaron su posible prórroga si los contagios de COVID-19 van en aumento.
De acuerdo a las evaluaciones del gobierno, esta medida podría durar de seis meses a un año, según lo informó el ministerio de asuntos interiores. Esta entidad adelantó que las restricciones entrarán en vigor el próximo cuatro de mayo.
No obstante, la autoridad de salud informó que habrá excepciones donde, bajo supervisión, se impondrán condiciones para “vigilar” la conducta y la participación en ciertas actividades.
Redacción ContraRéplica
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