Taxistas del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) han denunciado que han sido objeto de presiones e incluso amenazas por parte de autoridades federales para que se incorporen al modelo de negocio de aplicaciones como Uber, Didi y Cabify.
En un comunicado de prensa, los taxistas expresaron su preocupación por el riesgo de que los permisos actuales pierdan validez, y señalaron que podría haber una relajación en los protocolos de seguridad, lo que pondría en riesgo a los pasajeros. Acusaron a las autoridades de intentar forzar una transición hacia un sistema que, según ellos, no cumple con la normativa vigente y compromete la seguridad.
Durante este sexenio, los permisionarios han visto con creciente preocupación la apertura de espacios para las plataformas digitales en las zonas federales de los aeropuertos, una acción que consideran una violación a la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal. Los taxistas afirman que se les está impulsando hacia un modelo que no garantiza las mismas medidas de seguridad que los taxis regulados.
De acuerdo con su comunicado, los taxis oficiales del AICM cumplen con una serie de verificaciones y trámites que aseguran un servicio controlado y más seguro para los usuarios. Contrariamente, señalaron que las plataformas digitales tienen un historial de inseguridad y no cumplen con los mismos estándares.
Los taxistas también denunciaron que, a pesar de estar prohibido por ley, las plataformas de transporte siguen operando en las zonas federales de aeropuertos, y que no hay una fuerza policial competente que se encargue de imponer sanciones a estas empresas. A su juicio, el gobierno ha sido cómplice de esta situación al permitir que estas plataformas funcionen sin restricciones.
Además, acusaron a las autoridades del aeropuerto de haber retirado recientemente anuncios que recomendaban el uso de taxis autorizados, lo que interpretan como una acción en favor de las plataformas.
En cuanto a los costos del servicio, los taxistas del AICM afirman que, en contra de la creencia popular, su servicio es actualmente más económico que el de las plataformas. Según ellos, el argumento de que las aplicaciones ofrecen un servicio más barato es incorrecto, lo que pone en duda las razones detrás del impulso gubernamental hacia estos servicios.
El 10 de septiembre, los permisionarios de taxis del aeropuerto capitalino hicieron un llamado a nivel nacional para defender las zonas federales, tras la difusión de un proyecto de decreto de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT). Este proyecto propone reformas que permitirían a los servicios contratados a través de plataformas operar en aeropuertos y puertos marítimos, lo que, según los taxistas, es un atentado contra sus derechos.
Por otro lado, los conductores de plataformas como Uber y Didi también han alzado la voz. El 2 de septiembre, entregaron una carta al gobierno federal exigiendo mejores condiciones laborales y la regulación de las actividades de las plataformas. Conductores de diversos estados han pedido el reconocimiento de sus derechos laborales, incluyendo seguridad social, y denunciaron que las comisiones que cobran las plataformas son excesivas, lo que afecta gravemente sus ingresos.