Tecnología al servicio de la democracia

Nuevamente la Ciudad de México se pone a la vanguardia. En marzo se decidirán comités representantes de cada colonia, así como el destino del presupuesto participativo. Como ha ocurrido desde hace años, quienes quieran participar podrán ir a una casilla presencial, o bien hacerlo desde la comodidad de sus domicilios en una tableta, teléfono o computadora. El voto electrónico es ya una realidad en la capital del país.

Las ventajas de este tipo de tecnologías en los procesos comiciales son evidentes. Por un lado, se resuelven problemas de accesibilidad, ya que no es necesario que los ciudadanos se desplacen a las urnas. Por otro lado, se atienden desafíos logísticos, toda vez que se tiene un escrutinio preciso en segundos y se eliminan eventuales fuentes de error.

Sin embargo, los recientes sucesos de República Dominicana prendieron alarmas que ponen en el centro al voto electrónico y su confiabilidad. Las autoridades suspendieron la votación a cuatro horas de iniciada la votación. Las boletas virtuales no habían cargado correctamente en las computadoras, lo que implicó que los electores tuvieran apenas una fracción de la oferta electoral a la vista. Después se supo que no se habían hecho auditorías al proceso de carga de las boletas, ni un simulacro completo al proceso. Es decir, la falla surgió el día de la jornada electoral, cuando hubiera sido posible conocerla oportunamente.

Se trata de errores en la implementación que no son intrínsecos a las nuevas tecnologías, sino más bien producto de una administración errática.

En vísperas de la elección en la Ciudad de México, ¿nos debería de preocupar que algo similar ocurra? Por supuesto que NO. Por el contrario, la evidencia de la capital demostrará nuevamente que – como en Brasil, Estonia, India y Suiza – el voto electrónico puede funcionar correctamente, siempre y cuando se haga con responsabilidad.

1) El Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) tiene experiencia. Desde 2012 se ha utilizado el Sistema.

2) Se tiene prevista una auditoría externa al sistema y simulacros de carga total.

3) El IECM cuenta con Lineamientos para resolver riesgos que se pudieran presentar en la preparación, implementación, ejecución, control y cierre del mismo.

4) Se cuenta con con programas de capacitación del personal.

5) El sistema de votación fue desarrollado por el propio Instituto, sin injerencia de empresas.

Lo que viene para la Ciudad no impone riesgos. Es, más bien, una nueva oportunidad para aprovechar el alto grado de digitalización en la Ciudad y, con ello, niveles óptimos de usabilidad y confianza en el voto electrónico.

Es consejero del Instituto Electoral de la Ciudad de México

@yuribeltran