El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, considera que tanto el G7 como el G20 seguirán operando y alcanzando acuerdos cuando Donald Trump asuma la presidencia de Estados Unidos en enero de 2025, a pesar de los "desafíos" que implica un presidente que no cree en el multilateralismo.
"El reto de trabajar con un presidente estadounidense que no da mucha prioridad al multilateralismo y la cooperación será una realidad, pero ya lo superamos con éxito en el G7 de Charlevoix (Canadá) en 2018. Habrá nuevos retos, no lo dudo, pero lo hemos logrado antes", declaró Trudeau en una rueda de prensa en Río de Janeiro, donde concluye la Cumbre del G20.
Canadá será nuevamente el país anfitrión de la próxima cumbre del G7, programada para junio de 2025.
Trudeau expresó que no quiere repetir lo sucedido en 2018, cuando Trump, en el inicio de su primer mandato, tuvo un enfrentamiento con el primer ministro canadiense, abandonó de manera irritada la cumbre del G7 antes de su conclusión y retiró el apoyo de Estados Unidos al comunicado final del grupo. "Siempre hay maneras de seguir adelante", añadió el político canadiense.
El primer ministro también mencionó que durante la reunión en Río de Janeiro mantuvo "buenas conversaciones" con Sudáfrica, que será el país anfitrión de la cumbre del G20 el próximo año, con quien comparte "afinidades en varios temas", como el funcionamiento de las economías, las oportunidades para los países emergentes y el cambio climático.
Trudeau reconoció estar "preocupado" por la posibilidad de que bajo la presidencia de Trump, Estados Unidos se aleje de la lucha contra el cambio climático, pero destacó que esto podría beneficiar a Canadá al atraer más inversiones "verdes" al país, que ya está aprovechando "las oportunidades del cambio climático".
"Si Estados Unidos se retrasa en la innovación y en el apoyo que nosotros tenemos, como los créditos fiscales para inversiones en energía limpia, esos fondos vendrán a Canadá, que ya es el país número uno del G20 en inversión extranjera directa per cápita", explicó.
"Si la gente percibe que Estados Unidos no es el lugar para innovar ni luchar contra el cambio climático, automáticamente buscarán venir a Canadá. Y si Trump no quiere aprovechar las oportunidades asociadas con el cambio climático, Canadá lo hará", concluyó.