¿Sabías que la atención médica se organiza en 3 niveles?

La idea de estructurar la atención médica en niveles surge de la necesidad de organizar los servicios de salud de manera eficiente y equitativa. Aunque existen antecedentes históricos en la organización de servicios médicos, fue en la Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud, celebrada en Alma-Ata en 1978, donde se consolidó el concepto de atención primaria como base de los sistemas de salud. 

Cada nivel responde a diferentes necesidades de la población y se caracteriza por la complejidad de los servicios que ofrece. El primer nivel, es el punto de contacto inicial entre el individuo y el sistema de salud. Aquí se abordan las necesidades básicas de salud, incluyendo la prevención, el diagnóstico temprano y el tratamiento de enfermedades comunes. Los servicios se brindan en centros de salud, clínicas y consultorios comunitarios, y están a cargo de médicos generales, enfermeras y otros profesionales de la salud. Este nivel es tan fundamental que se estima que alrededor del 80% de los problemas de salud de la población pueden resolverse aquí, sin necesidad de recurrir a especialistas.

El segundo nivel, ofrece servicios más especializados. Incluye hospitales generales y clínicas donde se atienden casos que requieren mayores recursos técnicos o personal con formación específica. Aquí intervienen especialistas como cirujanos , ginecólogos, pediatras, internistas, entre otros. En términos de volumen, este nivel atiende aproximadamente un 15% de los casos que no pudieron resolverse en el primer contacto. Generalmente se accede a él por referencia desde la atención primaria, siguiendo criterios médicos definidos para garantizar un uso racional de los recursos.

El tercer nivel, representa el vértice de la pirámide. Se refiere a servicios de alta especialización que se brindan en hospitales de referencia y centros médicos con infraestructura tecnológica avanzada. Aquí se atienden patologías complejas, se realizan procedimientos quirúrgicos de alta especialidad, trasplantes, atención oncológica integral y tratamientos en unidades de cuidados intensivos complejos. Solo un 5% de los casos llegan a este nivel, por lo que requiere una planeación cuidadosa y una inversión considerable en equipamiento y formación médica avanzada.

Esta estructura en niveles permite una atención escalonada, donde los problemas más simples se resuelven en el nivel más cercano a la comunidad, reservando los recursos más complejos para quienes realmente los necesitan. Además, facilita la distribución geográfica de los servicios, la asignación eficiente del presupuesto sanitario y una respuesta más equitativa a las necesidades de salud.

Sin embargo, como bien decía Ramón de Campoamor: “En este mundo traidor, nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira.”