¿Adán Augusto dejó de ser presidenciable?

No es usual que se descarte a quienes pueden verse como aspirantes y menos a quienes tienen un espacio natural para avanzar en ese sentido, como es la Secretaría de Gobernación, la jefatura de la política interior. Tampoco se haría porque reduciría el margen de maniobra del partido al que pertenece, cuando tenga que resolver la nominación.

Además, no tiene lógica que lo borre de la lista quien hasta ahora no ha eliminado a nadie, ni siquiera a quienes se han apuntado por su cuenta y no son bien vistos en el centro del poder de la Ciudad de México. Por el contrario, lo que hizo el presidente Andrés Manuel López Obrador para dar el banderazo de la carrera por la sucesión fue dar nombres. Cuando alguien se sintió excluido, abrió el abanico de manera general.

El secretario de Gobernación es uno de los hombres más cercanos y de más confianza del presidente. Por eso la primera instrucción que recibió fue ser enlace directo con los otros poderes, con el legislativo, con el judicial y con los gobernadores.

A raíz de la reciente declaración de su amigo, de que no era precandidato, muchos se apresuraron a dar por hecho que lo ponía fuera de la lista para el 2024. Se olvidan de la frase “a mi que me den por muerto” de quien alguna vez fue jefe de gobierno de la Ciudad de México. En tres ocasiones participó en la competencia presidencial y la tercera fue la vencida.

Estrictamente, en este momento, nadie sería precandidato o precandidata, apenas habría una lista de perfiles que pueden ser tomados en cuenta cuando llegue el momento de las definiciones.

Decir que “no es precandidato” sería estratégico para quitarlo del blanco de quienes pretenderían sacarlo de la carrera con toda clase de ataques y críticas, como ha sucedido con la que es vista como “favorita”. Un día sí y otro también, le buscan defectos y fallas.

Cierto que Adán Augusto López Hernández tiene misiones claves para la Cuarta Transformación. Tareas que le pueden dar puntos a favor o en contra, para responsabilidades futuras; dependerá de los resultados. Quizás, con la finalidad de que no caiga en batallas ociosas ni se distraiga de lo fundamental, el desmarque que le hizo su amigo, que solo los ingenuos vieron definitivo.

Don Augusto no es ningún novato en estos menesteres, ha sido gobernador, senador y diputado. Tampoco es de lo que rehúyen adversidades o diferencias. Hay que recordar que no se quedó callado cuando la apertura o desfogue de una presa causó inundaciones en su estado Tabasco y tuvo que intercambiar aclaraciones y precisiones con Manuel Bartlett, director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Seguro que está consciente del alcance que tienen todas y cada una de sus acciones, convencido de hacer lo correcto. Si algunas han dejado dudas y hasta preocupación, no parece que vaya a echar al olvido o ignorar inquietudes que con el tiempo puedan convertirse en lastre para su carrera o mancha en su trayectoria.

vite10@hotmail.com

@zarateaz1

arturozarate.com