“Es el Estado el responsable de la muerte, desaparición, los hechos contra la integridad física y la libertad de las personas en la vereda La Esperanza”. Con estas palabras inició el presidente Gustavo Petro este martes su intervención ante la comunidad de la vereda La Esperanza de Carmen de Viboral (Antioquia), durante el acto público de reconocimiento de responsabilidad internacional por los hechos ocurridos en 1996 y por los cuales el Estado colombiano fue declarado responsable por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en 2017.
“Tener que ir al mundo para ver si nos dan socorro, porque aquí no lo encontramos. Tener que ir al mundo a ver si nos dan cobijo, porque aquí solo hay la persecución”, dijo, refiriéndose a la vez a lo ocurrido en El Carmen de Viboral, pero también a su caso particular, luego de que una sentencia de la CIDH dictaminara a su favor que funcionarios de elección popular no pueden ser destituidos ni inhabilitados por decisiones de autoridades administrativas, tal y como le ocurrió siendo alcalde de Bogotá, en 2013.
Frente al caso de la vereda La Esperanza, el jefe del Estado sostuvo que “funcionarios del Estado uniformados y armados desaparecieron forzadamente personas, asesinaron, quitaron libertad, dejaron menores de edad, campesinos y campesinas humildes, familias que quedaron destrozadas. Quizás esas personas que siguieron órdenes de alguien que la justicia no ha sido capaz de condenar”.
El presidente manifestó que “no se puede matar al prójimo por ninguna razón y menos aún al prójimo sin poder, al prójimo humilde, al prójimo campesino que no ha hecho ningún daño en el país, campesinos y campesinas que durante décadas han sido asesinados en una verdadera orgía, en un genocidio”.
Luego de escuchar testimonios de hijos y familiares de víctimas de ejecución extrajudicial y desaparición forzosa, el mandatario resaltó que muchos de esos crímenes han sido producto de la ignorancia. “No sabían que cuando se comete este tipo de tropelía contra la vida y la gente, la persona y el ser humano no se olvida nunca. Es imposible borrar la huella, es un poco la ignorancia a veces de no reconocer la historia mundial y la historia nacional y se repite el mismo círculo vicioso de sangre, de terror”.
El mandatario comparó los hechos ocurridos en El Carmen de Viboral con el nazismo y regímenes dictatoriales de América del Sur. Resaltó que “los seres humanos soberbios con el poder creen tener el derecho de asesinar al ser humano, asesinar la diferencia y asesinar la historia de una sociedad. Y el tiempo cuando pasa les demuestra su enorme equivocación”.
El jefe del Estado terminó su intervención diciendo: “Aquí no vamos a dejar irrespetar la democracia. La democracia será y la justicia será y me encargo de que se haga justicia a fondo con las personas de la vereda La Esperanza asesinadas, desaparecidas, golpeadas en 1996 en el departamento de Antioquia, bajo la gobernanza paramilitar”.