Alemania, Francia e Italia informaron este lunes que pausarán la administración de la vacuna de AstraZeneca contra el COVID-19 después de que varios países reportaron posibles efectos secundarios graves, complicando aún más una campaña de vacunación en Europa que ya estaba plagada de problemas.
Dinamarca y Noruega detuvieron la inoculación la semana pasada, tras reportar casos aislados de hemorragia, coágulos sanguíneos y un recuento bajo de plaquetas. Islandia y Bulgaria siguieron el ejemplo e Irlanda y Países Bajos anunciaron sus suspensiones el domingo.
España detendrá igualmente el uso de la vacuna durante al menos 15 días, informó la emisora Cadena Ser.
La decisión de algunos de los países más grandes y más poblados de Europa aumentará la preocupación por la lenta administración de las vacunas en la región, que se ha visto afectada por una escasez debido a problemas en la producción de firmas como AstraZeneca.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) instó a los países a que no suspendan la vacunación contra una enfermedad que ha causado más de 2.7 millones de muertes a nivel mundial.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) señaló que hasta el 10 de marzo se reportó un total de 30 casos de coágulos entre las cerca de 5 millones de personas vacunadas con AstraZeneca en el Área Económica Europea, que une a 30 países europeos.
Imagen: Reuters