Ya está aquí uno de los coches más esperados de la temporada 2021 de Fórmula 1. Aston Martin presentó el AMR21, el monoplaza con el que la marca inglesa retorna a la máxima categoría tras 60 años de ausencia.
El nuevo auto cambia el rosa de Racing Point por el clásico verde British Racing, y ya deja ver su aire de familia en el morro, aplastado y casi idéntico al Mercedes W12 que se conoció ayer, así como los pontones y la toma de admisión.
El nuevo monoplaza, con accionariado mayoritario de Lawrence Stroll, será pilotado por su hijo, Lance Stroll y por Sebastin Vettel, que intentará volver a su mejor forma tras su salida poco amigable de Ferrari.
Con un año de experiencia en clonar el modelo campeón del año anterior, como sucedió ya en 2020, el nuevo equipo aspira a superar a Red Bull en el Mundial de Constructores y a ganar las carreras que Mercedes no pueda alcanzar, como sucedió el año pasado con el triunfo de "Checo" Pérez en el Gran Premio de Sakhir.
Según los rumores, esa es una de las condiciones por las que Brackely cede sus diseños y elementos a Aston Martin, a cambio de un contrato millonario, siempre que no amenace su posición hegemónica.
La imagen lateral desvela unos pontones y un empaquetado muy similar al del W12, con la salvedad de la burbuja en la tapa del motor, que es bastante más larga que la del coche de Hamilton presentado el martes.
El aspecto es uno de los mejores de la actual parrilla, un coche para seguir progresando en este último año del actual reglamento, hasta que llegue la revolución de 2022, donde todos deberán empezar de cero y la copia será mucho más complicada inicialmente.
Pero es la imagen frontal la que más impresiona, con la suspensión delantera alineada con las entradas de los pontones, algo más arriba, y todos y cada uno de los elementos que han hecho a Mercedes un coche temible en los últimos tiempos.
Imagen: Twitter / @astonmartin