Por unanimidad, el Senado avaló, en lo general y particular, reformas a la Ley General de Salud, para que los médicos consignen en las recetas que expidan la denominación genérica de los medicamentos y, si así lo desean, indicar también la denominación distintiva de su preferencia.
Con este dictamen, que se aprobó con 76 votos, las y los senadores buscan que los pacientes estén informados sobre las opciones para su tratamiento.
Incluir la obligación de precisar en las recetas médicas la sustancia activa de los fármacos, asentaron, beneficiará la economía de los hogares, pues se adecuará a sus circunstancias económicas y de salud.
Esto, acotaron, no se contrapone con la libertad de prescripción médica, ya que las necesidades particulares de cada caso son únicas y sólo el médico cuenta con los conocimientos para elegir la mejor opción terapéutica.
El dictamen avalado prevé también que la Secretaria de Salud promueva acciones para comunicar a la población acerca de la seguridad, eficacia y calidad de los medicamentos genéricos y biocomparables.
Además, promueva esta obligación en los programas de capacitación al personal de salud y fortalecerá la profesionalización del personal que brinda atención a la población en las farmacias.
Al presentar el dictamen, la senadora Patricia Mercado Castro, de Movimiento Ciudadano, señaló que se permitirá que las personas cuenten con una alternativa en medicamentos genéricos.
Así, destacó, las finanzas de los hogares, que no han recuperado los niveles previos a la pandemia, podrán recuperar el valor adquisitivo del salario.
La senadora Sylvana Beltrones Sánchez, del PRI, precisó que los medicamentos genéricos tienen el mismo efecto terapéutico y tienen un valor menor al 50% del costo, respecto de sus equivalentes de marca o referencia.
Asimismo, lamentó que se prive del derecho humano a la salud a miles de personas, por una combinación de políticas públicas insuficientes.
Por Movimiento Ciudadano, el senador José Clemente Castañeda Hoeflich, destacó que las recetas médicas que no fueron surtidas de manera efectiva por instituciones públicas de salud, en el último año, llegó a casi a 16 millones, lo que pone de relieve la crisis de desabasto de medicamentos en el país.
Foto Internet.