El
presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, condenó el tiroteo ocurrido este martes en la
Escuela Primaria Robb, que dejó 19 menores y dos adultos fallecidos, además del tirador abatido.
"Perder a un hijo es como que te arranquen una parte del alma", dijo el presidente estadounidense, quien sufrió la muerte de dos hijos, recurriendo a su dolor personal para consolar a un país devastado por una nueva matanza en una escuela.
En sus largos años de servicio público, el líder de 79 años ha hablado con frecuencia de la trágica muerte de Naomi, de apenas un año de edad, en un accidente automovilístico.
En el incidente también falleció su primera esposa, Neilia.
En 2015, Biden también sufrió la muerte de su hijo mayor, Beau, por cáncer cerebral a los 46 años.
El martes, recordó esos dos momentos de dolor para consolar a un nuevo grupo de familias cuyas vidas fueron desgarradas.
Horas después de que un adolescente armado matara a al menos 19 menores en una escuela de Uvalde, Texas, Biden apareció en el Salón Roosevelt de la Casa Blanca para explicar lo inexplicable a los estadounidenses y al mundo.
Pero sus pensamientos y sus declaraciones apuntaron rápidamente a una audiencia mucho menor.
"Hay padres que nunca volverán a ver a su hijo, nunca lo tendrán saltando en la cama o acurrucado con ellos. Padres que nunca serán los mismos", dijo.
"Hay un vacío en el pecho y sientes que te absorbe y que nunca vas a poder salir", expresó, a veces mirando hacia abajo y con los puños cerrados.
"Es sofocante. Y nunca será igual", agregó.
Con información e imagen de AFP