En su primera campaña electoral en busca de la presidencia Donald Trump utilizó una idea que le redituó cientos o incluso millones de votos; construir un muro en la frontera con México para impedir el ingreso de migrantes hacia su país e incluso dijo que los mexicanos lo pagarían. Avanzó en su camino para llegar a la Casa Blanca repitiendo este mensaje el cual, incluso se convirtió en uno de sus slogan más utilizados y que mayores aplausos generaban entre sus simpatizantes.
“We’re going to build a wall, and Mexico will pay for it” (Vamos a construir un muro y México va a pagarlo), incontables ocasiones ya como presidente repetía esta frase que con el paso de los años fue transformándose por: “We’re building a wall at the border and Mexico’s gonna pay for it” (estamos construyendo un muro en la frontera y México va a pagarlo).
Sin embargo, a lo largo de cuatro años de gobierno de Trump, únicamente se levantaron 7 millas/ 11,265 kilómetros de la famosa pared o muro.
La promesa como candidato y las palabras como presidente siempre estuvieron basadas sólo en una estrategia de campaña, en una frase atrayente que generaba la simpatía de un grupo de estadunidenses y que fuera de largo aliento para que mantuviera su vigencia a lo largo de sus años presidenciales. Hubo de todo durante estos más de cuatro años, conflictos y discusiones dentro de su mismo territorio, así como situaciones ríspidas y tensas con su vecino del sur. La lucha por conseguir un mayor presupuesto para su construcción escaló hasta llegar a la Corte Suprema de Justicia, pero todo, como en su momento lo mencionamos fue una mentira, un deseo irrealizable.
La migración es un fenómeno que requiere mucho más que amenazas o incluso muros para detenerla, las experiencias mundiales lo han mostrado, eso siempre lo supieron Trump y su principal asesor en este tema, Steve Bannon; pero que bien le funcionó sin duda.
Las horas de discusiones, reportajes y entrevistas en los diversos medios de comunicación y plataformas virtuales fueron incontables, hoy, con tristeza vemos como fue tiempo perdido en busca de información o noticias nuevas; los periódicos, las radiodifusoras, las televisoras, las agencias de noticias, así como plataformas virtuales siguieron la agenda presidencial, fueron también engañados. La palabra de un presidente, un líder o un mandatario tiene siempre más peso que las de un ciudadano de a pie y esto nunca deben olvidarlo.
En las casi mil 990 millas (3 mil 200 kilómetros) de frontera hay; ríos, montañas, desiertos y propiedad privada lo que hace difícil construir un muro y esto, siempre lo supo Trump y no le importó, prefirió la mentira, el engaño y el conflicto.