Carlos Lehder, de 70 años, el último gran capo del cártel de Medellín que sigue con vida, salió de Estados Unidos y se encuentra en Alemania.
Su traslado se realizó bajo la forma de una expulsión y no de una extradición y se debió a motivos humanitarios; este traficante de padre alemán, se encuentra muy mal de salud: tiene cáncer.
Según los reportes, Lehder llegó ayer a Frankfurt desde Nueva York acompañado de dos policías. Al parecer, se encontrará en plena libertad, pues ha cumplido ya la pena de reclusión que le impuso al justicia estadounidense.
Tras su arresto y traslado a Estados Unidos en febrero de 1987, Lehder ha clamado innumerables veces por su cambio a Colombia o a Alemania.
Además, se ha dedicado a hablar mal contra la administración penitenciaria y la fiscalía norteamericanas porque, según él, traicionaron un pacto que se cerró para que el antiguo socio de Pablo Escobar declarara -como así hizo- como testigo clave en el juicio contra el ex hombre fuerte de Panamá y narcotraficante, Manuel Antonio Noriega, juzgado en Florida en 1992.
Se señala en las primeras informaciones trascendidas de los medios alemanes y colombianos que Carlos Lehder va a contar con la ayuda de una organización humanitaria para arraigarse porque carece de familiares en Alemania.
Sin embargo, se señala a un hermano y una hermana que incluso habría hecho una declaración jurada en la que se comprometía a hacerse cargo de él. Estos documentos tienen más de una década y tales circunstancias pudieron haber variado.
Lehder siempre sostuvo que, pese a haber prestado un testimonio que resultó clave para condenar al panameño Noriega, a la hora de la verdad la administración norteamericana no cumplió su palabra de rebajar la condena de más de un siglo que tenía por otra de un máximo de 30 años. Lehder ha salido de la cárcel tras llevar 33 años recluido.
Desde el juicio contra en antiguo hombre fuerte de Panamá, Lehder, incluso estando preso, ha estado bajo el amparo del programa de protección de testigos de Estados Unidos. La hija que más trascendencia en medios públicos ha tenido, Mónica Lehder, lleva años reclamando públicamente poder visitar a su padre y que éste lograra la libertad o un traslado. Parece que ahora podrá hacerlo, solo que en tierras alemanas.
El desaparecido jefe de sicarios de Pablo Escobar, Jhon Jairo Velásquez Vázquez, más conocido como Popeye, recientemente fallecido a consecuencia del cáncer, explicó años antes de su fallecimiento que fue él quien entregó a Lehder a la DEA por orden de Pablo Escobar.
Al parecer, según Popeye, al líder del cártel de Medellín le pareció una falta de respeto que Lehder matara a uno de sus hombres durante una fiesta en la famosa mansión de Escobar, Hacienda Nápoles.
Jacqueline Ramos
Con información de Vanguardia
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