Hablar de Mario Testino, es pensar en la envidia que
ha provocado en tantos fotógrafos de celebridades, y que sin importarle, su propuesta visual, su ojo sensible y la confianza que genera en grandes personalidades, es que lo ha colocado en uno de los fotógrafos más poderosos del mundo.
Es uno de los más solicitados por personalidades de renombre
como Madonna, Brad Pitt, Kate Moss, Sienna Miller, la realeza inglesa o por la excéntrica y exigente Anna Wintour. Casi cuatro millones de seguidores en Instagram, un equipo de trabajo propio con poco más de 70 personas, millones de dólares cada año, una marca exclusiva que superó la personalidad del peruano.
Tuvo la suerte de ser el último en fotografiar a la princesa Diana
semanas antes de que muriera en aquel terrible accidente de auto, y aunque haya un archivo entero de imágenes de ella, solo recordamos esa última, ese retrato en blanco y negro que la mostraba tan sencilla con grado de tristeza en su mirada.
Él fue quien llevó a la modelo Gisele Bündchen a la cima, y convertirla en la modelo mejor paga del mundo.
Puede hacer lo que quiera, con quien quiera. Así de fácil.
Esta serie nombrada Toallas o en inglés Towel Series suma más
de cien retratos de actores, modelos, cantantes que no solo tienen un cuerpo atlético y rostros hermosos, sino que tienen un atractivo deseoso que Testino ve en ellos.
La serie inició cuando vio a
Kate Moss con una toalla en su cabeza, durante el rodaje de alguna película. Fue por su cámara y la fotografió, a partir de allí se ha dado la tarea de ofrecerle a hombres y mujeres que posen libremente con únicamente una toalla blanca en su cuerpo.
Cada quien decide dónde y
cómo colocarla. Testino siendo fiel a uno de sus principales objetivos al fotografiar y documentar, que es generar deseo, les ofrece una libertad para manejar su intimidad y él capturarla a su modo y a su antojo.
He elegido dos de sus fotos
de la serie en curso, fue una tarea difícil porque el blanco y negro y su capacidad de atraer la mirada de cada uno de ellos hacia su lente y hacerlos sentir cómodos y seguros, es una maravilla.
Ella es Bruna Marquezine, actriz brasileña y exnovia del jugador de futbol Neymar. La toalla que le detiene el cabello, afila su rostro, casi semejándola a una muñeca. Su mirada de complicidad con lo que Testino ve. Su silueta perfecta, que aún tapada deja al descubierto todo un camino lleno de curvas.
Belleza pura, atractiva, sutil.
Mientras que él, Trevor Signorino, actor estadounidense de solo 23 años, que ya es considerado como uno de los hombres más sexis; participa en campañas para Moschino, A New Boy, Gucci, GQ y H&M, entre otros.
Un cuerpo que raya en la perfección, de esos que no puedes dejar de admirar porque cada músculo sobresale más que el otro, como una competencia entre ellos mismos. La manera de colocar su toalla, que solo tapa lo que hay que tapar, y que al mismo tiempo posa con la actitud de saberse atractivo, sexy, poderoso, casi perfecto.
Eso, no lo capta cualquier fotógrafo. Hay quienes creen que solo por fotografiar a alguien que tiene buen cuerpo o curvas voluptuosas es suficiente para tener una buena imagen o llegar al éxito, no es así.
Mario Testino sabe que el éxito reside en las sutilezas, y eso es la gran diferencia entre él y el resto de los fotógrafos.
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