Este domingo se celebra en México el Día del Padre, una tradición adoptada por influencia de Estados Unidos, que tiene su origen a inicios del siglo XX.
La historia se remonta a 1909, en la ciudad de Spokane, Washington, donde una mujer llamada Sonora Smart Dodd propuso establecer un día especial para reconocer a los padres. Sonora, al escuchar homenajes dedicados a las madres, pensó en su propio padre, un veterano de guerra que, tras la muerte de su esposa, se hizo cargo solo de sus seis hijos.
Impulsada por su experiencia, Smart Dodd promovió una celebración en honor a los padres el 19 de junio de 1910, coincidiendo con el mes de nacimiento de su progenitor. Aunque inicialmente fue una conmemoración local y de perfil bajo, con el tiempo fue ganando popularidad en distintas partes del país.
Fue hasta 1924 que el presidente estadounidense Calvin Coolidge expresó su apoyo a la propuesta, aunque sin emitir una declaración oficial. Años más tarde, en 1966, el presidente Lyndon B. Johnson firmó una proclamación para establecer el Día del Padre el tercer domingo de junio. Finalmente, en 1972, el presidente Richard Nixon lo declaró oficialmente como una festividad nacional.
En México, esta celebración fue adoptada de forma no oficial durante el sexenio del presidente Luis Echeverría Álvarez. Aunque no es considerado un día feriado, desde entonces se conmemora cada tercer domingo de junio.
Cabe señalar que en otros países, especialmente en Europa, el Día del Padre se celebra el 19 de marzo, en honor a San José, considerado un modelo de paternidad dentro de la tradición cristiana.