Edomex con sentimientos de transformación para el 2025

Columnas martes 26 de noviembre de 2024 -

Se nos acaba el 2024 y será hasta el primer día del 2025 que los presidentes municipales electos del Estado de México tomen por fin las riendas del poder, por lo que, en el caso de los ganadores representantes del gobierno oficialista, habrá implicaciones significativas, tanto en términos políticos como administrativos. El sentimiento de esperanza en un elector después de un proceso electoral implica una serie de dimensiones emocionales, sociales y políticas que pueden influir tanto en la percepción del nuevo gobierno como en la dinámica de la sociedad en general.

El pasado 2 de junio se celebraron elecciones en el Estado de México, y en los 125 municipios de la entidad, los ciudadanos escogieron a un nuevo representante que deberá mostrar la capacidad para estar al mando.

Los mexiquenses ven con ansias el 2025, y es que de junio a la fecha se dan los procesos de cierre administrativo, por lo que no hay mucha labor social ni política en las calles, pese a que las autoridades siguen trabajando, pero ¿por qué es importante este cambio?

Resulta que el Estado de México es uno de los más grandes del país, y por vez primera pueden tener al partido del mismo color en los tres niveles de gobierno (municipal, estatal y federal) resultando en una esperanza para que mejore la cosa.

En un sistema federal, los estados o provincias tienen cierto grado de autonomía, pero la unidad nacional depende de la cooperación entre el gobierno central y los gobiernos locales. Si todos los gobernantes son oficialistas o son aliados, esto podría facilitar:

● Políticas homogéneas: La alineación ideológica permite implementar las mismas prioridades en todo el país.

● Agilidad en decisiones: Se eliminan o disminuyen los conflictos partidistas que podrían obstaculizar acuerdos entre niveles de gobierno.

● Canalizar recursos estratégicamente: Los presupuestos y programas nacionales pueden implementarse sin demasiada oposición.

La esperanza refleja una expectativa positiva hacia el futuro. Esto puede significar que los electores creen en:

● El cumplimiento de promesas: Piensan que el nuevo gobierno llevará a cabo las acciones comprometidas durante la campaña.

● Mejoras en la calidad de vida: Esperan soluciones a problemas sociales, económicos o de infraestructura.

● Mayor involucramiento: Los ciudadanos podrían participar activamente en proyectos comunitarios o políticas públicas.

Aunque la esperanza es positiva, también implica un riesgo latente de frustración si las expectativas no se cumplen. Esto puede suceder cuando:

● Las promesas electorales no se materializan o no se cumplen en el tiempo esperado.

● El desempeño del gobierno es percibido como ineficiente o contrario a los intereses de la mayoría.

Este escenario ofrece ventajas como mayor coordinación y estabilidad, pero también la calificación ciudadana. El impacto dependerá de cómo se ejerza el poder.

¿Y tú, te has sentido contento o decepcionado de algún gobernante? Me interesa tu opinión, escríbeme en redes sociales, estoy como @federicoreyestv