El crecimiento demográfico mundial plantea desafíos insostenibles, según el enviado especial estadounidense para el clima

John Kerry, el enviado especial estadounidense para el clima, ha advertido que el crecimiento demográfico mundial, que alcanzará casi los 10 mil millones de personas para el año 2050, es insostenible en su forma actual. Desde noviembre del presente año, la población mundial ha superado oficialmente los 8 mil millones de habitantes, más del triple de la cifra registrada en 1950.

En un momento en el que las necesidades alimentarias y energéticas amenazan los recursos y el clima del planeta, se proyecta que la población mundial alcance los 9,700 millones a mediados de siglo, según las estimaciones de las Naciones Unidas. "Personalmente, no creo que esto sea sostenible", afirmó Kerry en una entrevista con la agencia AFP en Oslo.

El hecho de alimentar a 8 mil millones de personas ya genera más de una cuarta parte de las emisiones que contribuyen al cambio climático. Aproximadamente el 40% de estas emisiones se deben a la ganadería y al desperdicio de alimentos, mientras que el resto está relacionado con la producción de arroz, el uso de fertilizantes, la conversión de suelos y la deforestación.

En un efecto trágico, el cambio climático también dificulta la producción de alimentos debido a sequías, inundaciones y otros fenómenos meteorológicos extremos. Kerry destacó su experiencia en países africanos donde el aumento de la natalidad es motivo de orgullo, pero subrayó que este crecimiento no es sostenible en la vida actual y mucho menos cuando se consideran las proyecciones futuras. "No estoy abogando por una reducción de la población. Creo que debemos respetar la vida en el planeta tal como es, pero definitivamente podemos hacerlo mejor en muchos aspectos", agregó Kerry.

La lucha contra el cambio climático implica cambios de hábitos, como evitar viajar en avión, consumir menos carne y mejorar el aislamiento de las viviendas. Según un informe publicado por la agencia ambiental de Noruega, el país podría reducir sus emisiones de CO2 en 4.5 millones de toneladas durante el período 2024-2030 si los 5.5 millones de habitantes del país siguen las recomendaciones alimentarias de las autoridades de salud. Una de las acciones clave es que los consumidores reduzcan su consumo de carne roja a menos de 500 gramos por semana.

Según Kerry, existen muchas opciones para abordar estos desafíos sin imponer restricciones. "No creo que sea necesario sacrificar un estilo de vida para lograr lo que necesitamos. Podemos tener un estilo de vida mejor, una alimentación mejor y alimentar a más personas si dejamos de desperdiciar tanta comida. Hay muchas opciones sin tener que decirle a alguien: 'Oye, te vamos a obligar a...'"