Global
AFP
El enviado de las Naciones Unidas para Siria condenó enérgicamente el martes las "escaladas militares, incluidos ataques aéreos" de Israel contra su vecino del norte.
Los medios estatales sirios dijeron que los ataques israelíes alcanzaron el área de Tartus el lunes, después de que un monitor de guerra informara de una explosión cerca del puerto de la ciudad y el ejército israelí dijera que alcanzó un "sitio militar" más al norte.
Esto ocurrió después de que Israel llevó a cabo cientos de ataques aéreos luego de que una ofensiva relámpago liderada por islamistas derrocó al presidente Bashar al-Assad en diciembre, en lo que dijo fue un intento de evitar que los activos militares sirios cayeran en manos hostiles.
También envió tropas a una zona de amortiguación patrullada por la ONU que separa a las fuerzas israelíes y sirias en los estratégicos Altos del Golán desde 1974.
El enviado de la ONU a Siria, Geir Pedersen, dijo el martes que estaba "profundamente preocupado por las continuas violaciones del Acuerdo de Separación de Fuerzas de 1974".
Tales acciones, advirtió en un comunicado, "son inaceptables y corren el riesgo de desestabilizar aún más una situación ya frágil, aumentar las tensiones regionales y socavar los esfuerzos hacia la desescalada y una transición política sostenible".
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo el mes pasado que el sur de Siria debe ser completamente desmilitarizado, advirtiendo que su gobierno no aceptaría la presencia de las fuerzas del nuevo gobierno sirio liderado por los islamistas cerca de su territorio.
Incluso antes de la caída de Assad, durante la guerra civil de Siria que estalló en 2011, Israel llevó a cabo cientos de ataques en el país vecino, principalmente contra fuerzas gubernamentales y objetivos vinculados con Irán.
El mismo día en que Assad fue derrocado, Israel dijo que sus tropas estaban entrando en la zona de amortiguación patrullada por la ONU en los Altos del Golán.
Israel se apoderó de gran parte de los Altos del Golán de Siria en una guerra en 1967, anexando posteriormente el área en una acción en gran medida no reconocida por la comunidad internacional.
La declaración de Pedersen instó a Israel "a cesar las violaciones, cumplir con sus obligaciones internacionales y abstenerse de adoptar medidas unilaterales que exacerben el conflicto".
Instó a "todas las partes a respetar la soberanía, la unidad, la independencia y la integridad territorial de Siria".
"El diálogo constructivo y el estricto apego a los acuerdos internacionales y al derecho internacional son esenciales para la seguridad en Siria y en toda la región".
es/vog/fg
© Agencia France-Presse