El escenario optimista es PIB de -8.8% y el pesimista de -12.8% para 2020

Sin comprometer una estimación en particular, pues el curso de la pandemia Covid-19 aún es incierto a escala mundial, la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) cambió los estimados de crecimiento para el país dentro de tres escenarios posibles; donde el positivo es de una caída del PIB de -8.8 por ciento, y el pesimista de -12.8 por ciento.

El gobernador del banco central, Alejandro Díaz de León, explicó en videoconferencia con motivo del Informe Trimestral abril-junio 2020 que "existen riesgos de brotes adicionales y se desconoce cuándo podría haber un tratamiento efectivo o vacuna disponible, eso incide en los tiempos y el ritmo en los que puede esperarse una recuperación y normalización de la actividad económica nacional. Además, es posible que la reactivación presente altibajos e intermitencias”.

En el escenario más catastrófico, de "afectación tipo U", el Banxico estima una contracción de 12.8 por ciento, mientras que en el más optimista, o "tipo V", calcula un rango de caída hasta de 8.8 por ciento. En el intermedio, de "afectación tipo V profunda", anticipa un descenso económico de 11.3 por ciento.

Entre los riesgos a la baja para el crecimiento de la economía, el banco central citó el que se prolonguen las medidas de distanciamiento social, que los estímulos gubernamentales no sean efectivos y se observen deterioros adicionales en la calificación soberana y Pemex.

Díaz de León señaló que en el segundo trimestre de 2020, la actividad económica resintió fuertemente las afectaciones causadas por la pandemia de Covid-19 y las medidas para contenerla, especialmente en abril y en menor medida en mayo. En junio se registró una recuperación, aunque aún en niveles bajos de actividad.

En cuanto a inflación, Banxico elevó su estimación del índice general de precios para el cierre de este año a 3.7 por ciento desde el 3.5 por ciento previo, mientras que para el cierre de 2021 la bajó a 2.9 por ciento desde el 3 por ciento anterior.

La Junta de Gobierno señala que se requiere preservar los fundamentos macroeconómicos de la economía y adoptar las acciones necesarias en el ámbito monetario y fiscal. “Así, ante las circunstancias presentes es indispensable mejorar la percepción sobre el clima de negocios en el país y reducir la incertidumbre económica interna”.

“No obstante, dicho impulso podría ser insuficiente si no se atienden tareas pendientes tales como propiciar las condiciones que permitan atraer una mayor inversión, promover mayor competencia en beneficio de los consumidores y generar la flexibilidad en la asignación de recursos y el buen funcionamiento microeconómico que son necesarios para enfrentar, en el corto plazo, la crisis sanitaria y, en el mediano plazo, los ajustes y reacomodos en el funcionamiento de la economía que esta conlleve”, concluye el informe.