Columnas
Dentro de unos días saldremos a las urnas a tomar decisiones sobre el futuro político de nuestro territorio nacional. Será, evidentemente, un hecho histórico que marcará la vida pública del país. Claudia Sheinbaum, en ese sentido, llegará a la cita del próximo dos de junio con un apoyo que, en promedio, ronda entre el 52 y 55%. Hablamos de 22 a 25 puntos de diferencia considerando las encuestas de mayor credibilidad. Apenas ayer, por ejemplo, Sheinbaum sigue demostrando porque es la gran favorita para coronar la construcción del segundo piso de la llamada cuarta transformación. Me refiero al inmenso poder de convocatoria que, a la postre, ha hecho exitoso este recorrido que, sabemos, está por concluir.
Y, como en otras ocasiones, el 29 de mayo retumbará el Zócalo de la Ciudad de México con el cierre de campaña de Claudia Sheinbaum. Me atrevo a decir que, para ello, la abanderada del lopezobradorismo impondrá una nueva marca de asistencia. Así lo mostró en el inicio de actividades y, con el ascenso que ha tenido, se anticipa que así sucederá en la previa del final. A su vez, queda claro, estará presente el primer círculo de la candidata presidencial. Hablamos de personajes claves como Marcelo Ebrard, Gerardo Fernández Noroña, Tatiana Clouthier y Ricardo Monreal. Todos ellos, por supuesto, recibieron una encomienda clave para apuntalar el triunfo.
De hecho, mucho se ha especulado por el futuro político de los principales referentes del movimiento. Aunque Claudia no ha esbozado nombres, es muy probable que, por su sagacidad y experiencia, los reacomodos se den en torno a esa capacidad política y, por supuesto, a la afinidad para encabezar el gabinete legal. Por su importancia, la Secretaría de Gobernación es la posición que más se roba los reflectores después de la titularidad del ejecutivo federal. En esa lógica, todo apunta a que Ricardo Monreal, una de las piezas claves del engranaje y gente de mucha confianza de Sheinbaum, pueda ser una opción para encargarse de la política interna del país.
Recordemos que Ricardo Monreal, además de ser coordinador territorial de Claudia Sheinbaum, ha estado operando temas de unidad en distintos puntos del país. En política, sabemos, no hay casualidades o, mejor dicho, forma es fondo. Su reciente encuentro con la militancia de la Ciudad de México, lo mismo que en Oaxaca y Chiapas, puede ser el preludio de lo que se avecina. Tiene mucho sentido porque— cuando hablamos de eficiencia para conciliar y alcanzar acuerdos— el zacatecano es, evidentemente, el operador político con mayor capacidad en México. Lo que quiero decir es que, con ese bagaje, sería una buena apuesta para la próxima presidenta constitucional, Claudia Sheinbaum.
A nivel nacional, sabemos, los temas se cuecen aparte. Y como no es un asunto menor, Sheinbaum necesita toda la capacidad para sacar adelante todos los rubros dominantes de la agenda. En ese sentido, Claudia debe asegurarse de poner al perfil ideal en SEGOB. Tratándose de una figura de mucho peso en la política, la futura presidenta constitucional puede aprovechar al máximo toda la madurez para tener los resultados esperados. De hecho, el zacatecano, sea la trinchera que sea, ha entregado buenas cuentas y, con ello, ha tomado las decisiones correctas, especialmente cuando hay que dar lo mejor de sí mismo.
En un momento dado— no tan lejano— Gobernación puede ser el destino inmediato de Ricardo Monreal. Si no es así, la coordinación de los diputados en San Lázaro sería la otra alternativa. Francamente, no lo veo en otra posición que no sea SEGOB o el timón de la fracción mayoritaria, el congreso. Optar por cualquier camino será una decisión que tomará Claudia Sheinbaum. Desde mi punto de vista, el zacatecano es el perfil ideal para llegar a Bucareli, no porque otros perfiles no tengan la capacidad, sino que, hoy por hoy, el mapa político parece tener nombres y apellidos en otras dependencias u encomiendas.
Marcelo Ebrard, por ejemplo, tiene un pie y medio en la Secretaría de Relaciones Exteriores. A él, de hecho, se le ha dado muy bien ese puente diplomático con los Estados Unidos. Alguien como él, evidentemente, será de mucha ayuda para dirigir la relación bilateral entre ambos países. En lo que respecta a Adán Augusto, todo apunta a que tendrá la coordinación de los senadores de Morena. A mi entender, Mario Delgado iría a la Secretaría de Economía. Por otra parte, una de las voces más combativas del movimiento, como Fernández Noroña, reforzaría el cabildeo y negociación en la cámara Alta o, de plano, el liderazgo de la fracción del PT.
Me parece, con esa lógica, que algunos pronósticos se darán bajo esta tesitura. Si es así, Claudia Sheinbaum, en cada una de las trincheras más importantes para apuntalar el desarrollo, tendría perfiles de mucha capacidad y nivel político. Considerando que Morena ganará la elección presidencial, eso parece sucederá. Mientras eso pasa, lo dijo Ricardo Monreal, es momento de cerrar filas y, con ello, voto masivo para Morena este próximo dos de junio.
A propósito, ante la ignominia que vivimos de parte de la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Ricardo Monreal dijo que es muy grave que el Poder Judicial opte por una postura facciosa y ponga en riesgo su función al generar una mayor confrontación ante el actual proceso electoral. Además de ello, comentó que es muy grave que Norma Lucía Piña se desempeñe como coordinadora de la campaña de la facción integrada por PRI-PAN-PRD.