En los últimos meses, la comunidad médica ha encendido las alertas ante un hallazgo poco común y potencialmente alarmante: la presencia del llamado “gusano barrenador” (Cochliomyia hominivorax). Como neurocirujano especializado en base de cráneo y columna, no puedo dejar de expresar mi preocupación por esta situación que pone en evidencia cuán expuestos estamos a nuevos agentes patógenos y cómo la medicina debe estar siempre en constante evolución y vigilancia.
En abril de 2025, las autoridades sanitarias mexicanas confirmaron el primer caso humano de miasis por gusano barrenador en el país, es una paciente de 77 años en el municipio de Acacoyagua, en Chiapas y un hombre de 50 años en el municipio de Tuzantán quien reportó que el pasado 19 de abril fue mordido por un perro acudiendo a recibir atención médica el 25 de abril.
La miasis por gusano barrenador es una enfermedad parasitaria provocada por larvas de la mosca Cochliomyia hominivorax, que se alimentan de tejido vivo. Aunque el riesgo para los humanos es bajo, incrementa en zonas rurales con contacto cercano con animales. Los síntomas incluyen fiebre, dolor, supuración y presencia de larvas en heridas. Las autoridades sanitarias han reforzado medidas de control, como el uso de larvicidas, vigilancia epidemiológica y restricciones en el movimiento de ganado.
Una vez en el organismo humano, las larvas parecen tener la capacidad de migrar desde el sistema digestivo hacia órganos vitales, incluyendo el cerebro, lo que puede generar inflamación, lesiones y alteraciones cognitivas.
Este tipo de infecciones parasitarias intracraneales son particularmente complejas. El cerebro es un órgano extremadamente delicado, y cualquier agente extraño puede desencadenar respuestas inmunes severas, edema cerebral, o daño irreversible. El diagnóstico suele ser difícil, ya que los síntomas pueden imitar otras patologías como tumores, abscesos o enfermedades neurodegenerativas.
Es fundamental que la población mantenga una buena higiene, trate rápidamente las heridas y notifique cualquier caso sospechoso a las autoridades sanitarias. Además, se recomienda evitar la automedicación y acudir a un médico especialista ante cualquier malestar.
La colaboración entre autoridades y comunidad es esencial para controlar y prevenir la propagación de esta enfermedad. Recordemos que la prevención, el diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado son nuestras mejores herramientas para preservar la salud y la vida.