CIENCIA
Un equipo de investigadores alemanes ha descubierto señales de gigantescas explosiones de estrellas en la nieve virgen de la Antártida, según un estudio publicado en la revista Physical Review Letters.
Los astrónomos detectaron átomos de hierro-60, un isótopo que no se encuentra en la Tierra de manera natural y que se origina solo en explosiones de supernovas o por reacciones de radiación cósmica con polvo cósmico.
Los investigadores hicieron el descubrimiento después de enviar 500 kg (aproximadamente 1,100 libras) de nieve desde la Antártida a una instalación de investigación en Munich, Alemania.
"Nuestros análisis nos permitieron descartar radiación cósmica, pruebas de armas nucleares o accidentes de reactores como fuentes del hierro-60. Como no hay fuentes naturales para este isótopo radiactivo en la Tierra, sabíamos que el hierro 60 debía provenir de una supernova", explica en un comunicado Dominik Koll, del área de investigación Nuclear, Partículas y Astrofísica en TUM.
No es raro que el polvo cósmico llegue a la Tierra: en promedio, cada año llegan hasta diez mil toneladas. Sin embargo, provienen principalmente de asteroides o cometas que orbitan el Sistema Solar. Solo un pequeño porcentaje corresponde a estrellas distantes.
Hace 20 años, científicos de la TUM detectaron hierro-60 en depósitos de agua en la Tierra. Entonces, Gunther Korschinek planteó que se podrían hallar también en la Antártida. Por ello, Sepp Kipfstuhl, del Instituto Alfred Wegener, recolectó 500 kilos de nieve en el mencionado lugar. Las muestras pasaron por varios procesos químicos para separar el agua de componentes sólidos y luego se buscaron átomos de hierro-60.
Con información de Agencias
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